El Chelsea de Inglaterra está sufriendo complicaciones para realizar la construcción de su nuevo estadio. El presidente de la institución tiene en su cabeza desde hace varios años realizar una serie de reformas y asi tener un nuevo recinto con una capacidad de 60 mil espectadores. Una insólita causa paró hasta nuevo aviso los trabajos.

La causa que ha parado el proyecto es una familia que vive en una casa vecina al estadio y que demandó al club debido a que, de realizarse las modificaciones, “la vivienda viviría a la sombra porque se quedaría sin luz solar”.

Al parecer Roman Abramovic, presidente del Chelsea, ya les ofreció a los habitantes de esa casa una importante cifra para solucionar el tema y que la construcción pueda continuarse, pero la cifra fue rechazada.

De solucionarse el inconveniente el Chelsea deberá invertir una cifra mayor a un millón de dólares para poder llevar a cabo las reformas del estadio. El equipo de Londres debería dejar de jugar en el Stamford Bridge en 2020 y regresaría en 2024 o 2025.

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