En el retorno del fútbol a Escocia este fin de semana, Paul McGowan, emblema del Dundee Fotball Club se llevó todos los flashes al disputar el encuentro ante el St. Mirren con la tobillera de rastreo que le instaló la Justicia previamente tras reincidir en incumplir la ley por violencia.

El futbolista de 30 años de edad se encuentra en libertad condicional luego de “comportarse agresivamente con los clientes y escupirle en la cara a un patovica” en un bar nocturno, en lo que para el Sistema Judicial del país representa un nuevo capítulo más en la historia violenta del deportista.

Fue sentenciado a cumplir con horas de servicio comunitario, 200 libras de indemnización a los afectados y la tobillera que lo obliga a estar en su casa entre las 19h00 y las 07h00 durante todos los viernes, sábados y domingos por la noche hasta el mes de septiembre.

Cabe recordar que McGowan viene de ser acusado de agresión, abuso de la paz y comportamiento amenazante y abusivo en años anteriores, motivo por el cual cumple hoy con la condena mientras juega al fútbol.

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