No queda mucho tiempo para que comience a rodar la pelota en Australia y Nueva Zelanda, donde se disputará el Mundial Femenino 2023 a partir del 20 de julio hasta el 20 de agosto. Mientras tanto, la FIFA comienza a proyectar los resultados que podrían dejar el certamen.


En este sentido, según detalló The Wall Street Journal, desde la federación esperaran embolsar alrededor de 300 millones de dólares con respecto a la televisión. En caso de alcanzar esa cifra, el torneo se convertiría en el más valioso de la historia en el deporte femenino. Por supuesto, esto es un pronóstico.

Será la primera vez que esa valoración se hace de forma independiente al negocio del Mundial Masculino debido al éxito que tuvo la edición 2019 que se jugó en Francia, donde se alcanzó una audiencia de 1.120 millones de espectadores.


Esto, también, es un mensaje a las diferentes marcas que quisieron quedarse con los derechos televisivos. Hace un tiempo, Romy Gai, director comercial de la FIFA, soltó una fuerte acusación debido a las bajas ofertas que presentaban: “No se trata de un caso de exclusión por precios, sino más bien de la falta de voluntad e las cadenas de televisión de pagar lo que el fútbol femenino merece””.