Tras la consagración en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, charlamos con Facundo Imhoff, uno de los jugadores de la Selección Argentina de Vóley.
Dejando a un lado el oro conseguido luego de la victoria ante Cuba, el tema a destacar fue el difícil momento que está atravesando su disciplina en el país por la falta de apoyo de la Federación.
El plantel viajó a Lima con el “equipo B” ya que el titular se encuentra en Japón para disputar el Preolímpico en Ningbo, China, desde el viernes entrante. Sin embargo, la meta de la Selección fue siempre alcanzar el título en Lima.
“Se logró el objetivo y eso es lo importante. El oro fue una emoción muy grande por todo lo que estamos viviendo. Nos sentimos completamente solos. Es hora de ponerse del lado de los jugadores y dejar de poner trabas al crecimiento del deporte”, comenzó Imhoff en referencia a la situación actual del vóley argentino.
Es que días previos a los Juegos, los referentes de los planteles masculino y femenino brindaron una conferencia en la que apuntaron a la Federación y sus manejos. El pedido máximo fue el cambio de dirigencia.
Ante esto, el jugador explicó: “Hay un manejo muy turbio internamente, siempre falta dinero. No recibimos plata de ningún lado. Estamos acá por amor al deporte y a la Selección. Además no cobran por jugar afuera y eso hace que sea insostenible. Es como si fuera un castigo formar parte de la Selección”.
Pero, como él mismo remarcó, el amor por el deporte y el país fue superior a las trabas que recibieron. Así, formaron un grupo humano que logró la hazaña en Lima.
“Armamos un equipo por amor al país y al deporte. La mayoría no recibimos el apoyo necesario. Tuvimos que pagar nuestra propia estadía, teniendo en cuenta que muchos venimos del interior. Lo que en principio fue una debilidad terminó siendo una fortaleza para la cohesión y el éxito del grupo”, expresó.