El fútbol femenino ha tenido un 2019 muy positivo a partir de la visibilidad que tomó en todo el mundo la disciplina. El Mundial de Francia ayudó a que las marcas y el público en general se acercaran al deporte y que las jugadoras comenzaran a tener un mayor acceso a algunos derechos que son comunes para los jugadores.
Incluso hay algunos países donde el fútbol femenino tiene grandes estrellas, como sucede en Estados Unidos. Justamente, futbolistas internacionales de ese país emitieron un comunicado a través del sitio web de la Asociación de jugadores de la Selección Nacional, manifestando su apoyo a las jugadoras en su lucha por la igualdad salarial. Además, cuestionaron la integridad de la Federación de fútbol local.
"La Federación ha estado trabajando para vender una narrativa falsa al público e incluso a los miembros del Congreso. La Federación continúa discriminando a las mujeres en sus salarios y condiciones de trabajo. Están tratando de proteger su monopolio, sus flujos de ingresos masivos y su capacidad continua de explotar a los jugadores del equipo nacional de EEUU. Es hora de que esto se detenga”, puede leerse en el comunicado.
Además, agregaron: “El fútbol es quizás el deporte más corrupto del mundo. No queremos una Federación de fútbol de los Estados Unidos que se comporte como la FIFA".
En el pasado, un total de 28 jugadoras de la selección femenina de Estados Unidos, últimas campeonas del mundo, presentaron una demanda colectiva por discriminación de género contra la US Soccer. El juicio se espera que comience en mayo.
Durante el comunicado, los jugadores también admitieron que en varias oportunidades tuvieron que amenazar a la federación con no presentarse a disputar partidos, con el objetivo de recibir aumentos salariales y aumentos de beneficios.
Además, exigieron que las futbolistas estadounidenses reciban más dinero de lo que la Federación ha gastado en ellas.
En cuanto a esto último, la Asociación de Jugadores de la Selección Nacional explicó en el comunicado: “Durante más de 20 años, la federación se ha resistido a cualquier concepto de igualdad salarial o equidad económica básica para las jugadoras del seleccionado. También se negaron a incluir las mismas disposiciones que tiene el seleccionado masculino con respecto a viajes aéreos, hoteles, etc. Esta es una discriminación sistemática de género que nunca debería haber sucedido. Lo que queremos es muy simple. Paguen a las mujeres significativamente más que nuestro último acuerdo masculino, que ya expiró. Nos parece que las mujeres deberían al menos triplicar lo que valía nuestro acuerdo vencido”.
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