El Super Bowl es uno de los eventos deportivos más importantes del mundo. Año a año, su realización produce cifras récord de audiencia y de inversión monetaria por parte de las marcas.

El próximo 2 de febrero de 2020 se llevará a cabo en Miami, en el Hard Rock Stadium, la edición LIV del Super Bowl. Para la próxima definición de la NFL de Estados Unidos ya se han vendido todos los anuncios disponibles para la televisación. Se trata de la primera vez en nueve años que se venden con tanta antelación.

Con una audiencia potencial de centenares de millones de espectadores, los auspiciantes buscan adquirir un espacio comercial de cualquier manera. A pesar del notable incremento con la anterior edición, los 77 spots de 30 segundos que salieron a la venta por 5,6 millones de dólares ya se agotaron. Y todavía faltan más de dos meses para el partido.

Este precio supone un notable incremento respecto a la edición de 2019 en el que los spots fueron vendidos por 5,25 millones. De manera que comparando, en 2020, los precios se encarecieron un 6,7%.

“Hemos vendido todo nuestro inventario en el partido de la Super Bowl. Hay una serie de anunciantes, francamente, que no pudieron conseguir sus lugares con nosotros porque su creatividad no estaba lista o debido a cierta indecisión. Por lo que vamos a ir al inventario previo y posterior al partido para situar sus unidades", comentó Seth Winter, vicepresidente ejecutivo de ventas deportivas del canal Fox Sports.

Si se tiene en cuenta que cada uno de los 77 spots fueron vendidos a 5,6 millones de dólares, la venta de todos los anuncios representan más de 430 millones de dólares. A esto se le debe sumar entre 2 y 3 millones a partir de la cobertura previa y posterior al partido.

Entre los auspiciantes se encuentran empresas del sector automotor, tecnología, bebidas, venta minorista, telecomunicaciones y servicios financieros. Además, hay un rumor que Donald Trump habría adquirido un espacio de cara a su reelección en las próximas elecciones de Estados Unidos.