Lunes 26 de Agosto de 2024
En el Grand Slam de Estados Unidos resulta importante el sector gastronómico en el impacto económico que tiene para la organización. Los hinchas no solo van a los estadios a ver a sus atletas favoritos, si no que también buscan una experiencia general que incluya diferentes factores, como la cultura y la gastronomía.
En US Open, los hinchas pueden disfrutar de menús que son diseñados por chefs de primer nivel y que expresan una diversidad culinaria y cultural importante. Esto fomenta las ganas de que el espectador busque obtener una experiencia integral y que se sumerja en una atmósfera donde el entretenimiento, la cultura y la buena comida son tan importantes como el partido en sí.
La tendencia a darle mucha importancia y elevar la oferta culinaria se debe a la competencia entre los equipos y los operadores de los recintos por atraer y retener a los fanáticos. La experiencia culinaria, entonces, se convirtió en una parte importante del día a día en el torneo de tenis. Hoy día, muchos recintos ahora colaboran con chefs locales y restaurantes reconocidos para crear menús que reflejen la cultura y los sabores de la región.
Esta práctica se hizo muy habitual en los deportes, sobre todo en Estados Unidos. Por ejemplo, en la MLB, cada estadio se popularizó por su plato emblema. El US Open fue pionero en esta transformación en el ámbito del tenis. Con la presencia de reconocidos chefs y una amplia variedad de opciones, que van desde platos de inspiración internacional hasta cocina local, los asistentes pueden disfrutar de una experiencia culinaria que complementa perfectamente la emoción de los partidos.
Un buen ejemplo es que este año, en el restaurante Aces estará presente el chef Ed Brown, que cuenta con una estrella Michelin. También participarán Masahuru Morimoto y Kwame Onwuachi, dos reconocidos cocineros. Otro que cuenta con estrella Michelin, Alex Guarnaschelli, estará presente con su concepto Fare de cocina mediterránea y cócteles.
Para entender cuánto representa el ámbito gastronómico para la facturación del US Open, según los estados financieros del torneo, solo por la venta de licencias para comidas y bebidas, se facturaron 80.7 millones de dólares desde el 2018, sin contar el torneo 2020 que hubo pandemia. A esto, de todas formas, hay que agregarle las ventas dentro de los establecimientos y restaurantes que al final de las dos semanas llegan a los cientos de millones de dólares.
En US Open, los hinchas pueden disfrutar de menús que son diseñados por chefs de primer nivel y que expresan una diversidad culinaria y cultural importante. Esto fomenta las ganas de que el espectador busque obtener una experiencia integral y que se sumerja en una atmósfera donde el entretenimiento, la cultura y la buena comida son tan importantes como el partido en sí.
La tendencia a darle mucha importancia y elevar la oferta culinaria se debe a la competencia entre los equipos y los operadores de los recintos por atraer y retener a los fanáticos. La experiencia culinaria, entonces, se convirtió en una parte importante del día a día en el torneo de tenis. Hoy día, muchos recintos ahora colaboran con chefs locales y restaurantes reconocidos para crear menús que reflejen la cultura y los sabores de la región.
Esta práctica se hizo muy habitual en los deportes, sobre todo en Estados Unidos. Por ejemplo, en la MLB, cada estadio se popularizó por su plato emblema. El US Open fue pionero en esta transformación en el ámbito del tenis. Con la presencia de reconocidos chefs y una amplia variedad de opciones, que van desde platos de inspiración internacional hasta cocina local, los asistentes pueden disfrutar de una experiencia culinaria que complementa perfectamente la emoción de los partidos.
Un buen ejemplo es que este año, en el restaurante Aces estará presente el chef Ed Brown, que cuenta con una estrella Michelin. También participarán Masahuru Morimoto y Kwame Onwuachi, dos reconocidos cocineros. Otro que cuenta con estrella Michelin, Alex Guarnaschelli, estará presente con su concepto Fare de cocina mediterránea y cócteles.
Para entender cuánto representa el ámbito gastronómico para la facturación del US Open, según los estados financieros del torneo, solo por la venta de licencias para comidas y bebidas, se facturaron 80.7 millones de dólares desde el 2018, sin contar el torneo 2020 que hubo pandemia. A esto, de todas formas, hay que agregarle las ventas dentro de los establecimientos y restaurantes que al final de las dos semanas llegan a los cientos de millones de dólares.