Si hay un país que busca meterse de lleno en el mundo del tenis es Arabia Saudita. Los árabes tienen como objetivo poder organizar un Grand Slam.
Si bien esto por el momento no se dará, lo que sí podría organizar en el corto plazo Arabia Saudita es un Masters 1000, siempre y cuando den las fechas y los cuatro Grand Slams que tiene la temporada tenística den el visto bueno. Cabe destacar, que los abiertos de Australia, Estados Unidos, Wimbledon y Roland Garros son fundamentales en la toma de decisiones con relación al calendario y además son los torneos que más dinero otorgan. Estos cuatro torneos facturan 1.798.893.305 millones de dólares por año, según informa 2Playbook.
El Grand Slam que más factura es el US Open. No hay certamen que facture tanto o reparta en premios, ni genere mayor impacto económico como la competencia que se realiza en Nuevo York. El año pasado el US Open facturó poco más de 514 millones de dólares, según informó la Federación Estadounidense de Tenis (USTA).
En la pasada edición destinó 65 millones de dólares a premios económicos, y su impacto económico en Nueva York se desconoce, pero hace una década se elevaba a 750 millones de la moneda estadounidense. Según Lew Sherr, director ejecutivo de USTA, esa cifra podría haberse duplicado en la actualidad, pues nunca había contado con tantos espectadores a lo largo de las dos semanas que dura el torneo. En 2023 fueron 888.000 asistentes.
Wimbledon es el segundo Grand Slam en términos de negocio, con unos ingresos de 491.483.545 millones de dólares y un beneficio de 46 millones. Es el campeonato que más dinero reparte entre los ganadores (casi tres millones y medio) para otorgar en total 66 millones. Se estima que deja en Londres y su entorno más de 323 millones a lo largo de las dos semanas que dura la cita, que el año pasado reunió a más de 532.000 espectadores.
El Grand Slam que tiene mayor asistencia es el Australia Open, que en 2024 contó con 1,02 millones de espectadores. Generó un negocio de 542 millones de dólares australianos y un impacto de 533,2 millones de dólares australiano. Fue el tercer Grand Slam que más dinero repartió entre los jugadores y jugadoras, con casi 59 millones de dólares.
Por último, está Roland Garros, recientemente ganado por Carlos Alcaraz. El certamen tuvo una bolsa de premios de 58.491.690, menos que el resto. Contó con 675.080 asistentes, y pese a ser un 33,8% menos que el Abierto de Australia, generó más negocio: 416.233.000 millones de dólares.