Miércoles 14 de Septiembre de 2022
Cada 14 de septiembre es un día especial para el tenis argentino. Es que se cumple un nuevo aniversario del US Open que Juan Martín Del Potro ganó en 2009, el último Grand Slam ganado por un tenista albiceleste.
Con tan solo 20 años, un joven Delpo pero ya asentado en el circuito llegaba al Abierto de Estados Unidos en busca de consolidarse. Ubicado en el sexto escalón del ránking ATP, el tandilense quería dar la sorpresa, pero seguramente ni él se imaginaba lo que estaba por lograr.
Tras dejar en el camino a Juan Mónaco, Jurgen Melzer, Daniel Kollerer, Juan Carlos Ferrero (actual entrenador de Carlos Alcaraz, el reciente campeón del US Open), Marin Cilic -que venía agrandado tras derrotar a uno de los favoritos, Andy Murray-, y Rafael Nadal, Del Potro se metía en la gran final de Flushing Meadows.
En frente, lo esperaba el campeón de las últimas cinco ediciones y número uno del mundo, Roger Federer. Pero la Torre de Tandil no se apichonó ni mucho menos y, a pesar de perder el primer set, se llevó la final por 3-6, 7-6(5), 4-6, 7-6(4) y 6-2 en un Arthur Ashe colmado por 23 mil personas y tras más de cuatro horas de juego.
Así, el argentino se quedó con el trofeo y 1.85 millones de dólares. Ese día, Juan Martín Del Potro dio el puntapié inicial de lo que parecía ser una carrera inevitablemente llena de éxitos, y aunque las lesiones no le dieron tregua, Delpo se dio casi todos los lujos que un tenista podría soñar.
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Con tan solo 20 años, un joven Delpo pero ya asentado en el circuito llegaba al Abierto de Estados Unidos en busca de consolidarse. Ubicado en el sexto escalón del ránking ATP, el tandilense quería dar la sorpresa, pero seguramente ni él se imaginaba lo que estaba por lograr.
Tras dejar en el camino a Juan Mónaco, Jurgen Melzer, Daniel Kollerer, Juan Carlos Ferrero (actual entrenador de Carlos Alcaraz, el reciente campeón del US Open), Marin Cilic -que venía agrandado tras derrotar a uno de los favoritos, Andy Murray-, y Rafael Nadal, Del Potro se metía en la gran final de Flushing Meadows.
En frente, lo esperaba el campeón de las últimas cinco ediciones y número uno del mundo, Roger Federer. Pero la Torre de Tandil no se apichonó ni mucho menos y, a pesar de perder el primer set, se llevó la final por 3-6, 7-6(5), 4-6, 7-6(4) y 6-2 en un Arthur Ashe colmado por 23 mil personas y tras más de cuatro horas de juego.
Así, el argentino se quedó con el trofeo y 1.85 millones de dólares. Ese día, Juan Martín Del Potro dio el puntapié inicial de lo que parecía ser una carrera inevitablemente llena de éxitos, y aunque las lesiones no le dieron tregua, Delpo se dio casi todos los lujos que un tenista podría soñar.