El marplatense Horacio Zeballos, que se convirtió en el primer argentino en clasificar al Masters luego de 16 años, habló con el programa Milenium Sports (FM 106.7) y destacó: “Obviamente lo voy a disfrutar muchísimo, porque es mi primer Masters y por lo que significa el torneo en sí, pero también voy a tratar de hacer lo mejor posible para que me vaya bien y si se pueden ganar partidos, buenísimo”.
Se mostró muy conforme por cumplir con su principal objetivo y destacó el cariño que recibió en estos días: “Con Marcel (Granollers) a principios de año nos propusimos llegar al Masters y realmente siento una alegría inmensa, porque uno de los objetivos que se plantea todo tenista es poder jugar un torneo así. Estoy muy feliz, con muchísima alegría y motivación. El lunes me enteré que estábamos clasificados para el Masters y justo estaba yendo para el club, así que llegué con más ganas de entrenar que nunca. Me escribieron muchas personas para felicitarme, entre ellos Diego (Schwartzman) con quien hablé y le dije que ojalá clasifique para que podamos encontrarnos y compartir esa semana en Londres. También me escribieron Guido (Pella) y Machi (González)”.
“Fue un camino muy largo, nos había ido bien en el arranque del año, nos agarró el parate y después cuando había que volver a jugar teníamos que decidirnos si viajar a Estados Unidos o no, porque había mucho miedo por ser los primeros torneos. Uno se sentía cómodo y protegido en el hogar, entonces volver a salir sin tanta información era difícil”, señaló.
“Decidimos jugar el US Open, más allá de que no había tantas ganas debido a que protegían el ranking hasta el año que viene y había algo de miedo, pero nos agarramos de la motivación de empezar a sumar puntos para el Masters de fin de año, así que hoy en día con estoy muy alegre por ese objetivo cumplido y por todo lo que estamos trabajando. En un principio no me sentía cómodo, pero una vez que ya estaba de gira y empecé a ir de Estados Unidos a Europa y a otros países me empecé a sentir más cómodo con los viajes y los protocolos que se manejaban en cada país y especialmente en cada torneo”.
En cuanto a su compañero, rescató: “Marcel es una gran persona, lo conozco hace mil años: hemos jugado muchas veces en contra. Se destaca por ser alguien abierto a escuchar no solamente a su entrenador, cuando yo viajo con el mío los dos nos adaptamos a escuchar a ambos entrenadores, eso está muy bueno para seguir mejorando. Fuera de la cancha nos llevamos muy bien, quizá que sea español y tener cosas en común ayuda a que la convivencia sea más fácil. Nos encontramos básicamente para jugar los torneos, por lo que tiene que haber buena predisposición por parte de ambos: ojalá que podamos seguir jugando mucho tiempo más, porque nos sentimos muy cómodos”.
En cuanto a sus próximos compromisos apuntó: “La semana que viene voy a jugar París-Bercy para seguir agarrando ritmo en canchas indoor y luego voy a tener una semana medio libre en el medio en la que seguramente me vaya con Marcel a entrenar a Barcelona para luego terminar en el Masters de Londres. Me siento seguro una vez que estoy adentro del torneo y doy negativo, ahí ya me quedo más tranquilo porque en la burbuja casi no tenés contacto con nadie: vas del club al hotel y así. El tema es pasar ese primer test: hubo varios casos que dieron positivo y después quedó la duda de si habían sido falsos o no, por lo que ese miedo siempre está”.
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