En medio de una serie de críticas en todas las redes sociales, Leo Mayer habló en Milenium Sports 106.7 después del descenso argentino a la Zona Americana I de la Copa Davis y dejó sus sensaciones al respecto.
“Hay un montón de cambios en mi vida y en mi carrera. Tengo un hijo, que es un cambio enorme. Volver a competir después de eso es difícil. Me daban más ganas de quedarme en casa que de jugar. Empecé a disfrutar mucho más el deporte ahora. Me acompañan Valentino y mi mujer, Milagros. Eso hace que los torneos sean diferentes. Me ayuda muchísima y lo disfruto. Ojalá que pueda seguir jugando un poco más”, arrancó diciendo el Yacaré con una serenidad que pocos esperaban por el contexto.
Consultado acerca de la Copa Davis en específico, Mayer confesó: “Yo dejaba mucho para jugar la Copa Davis. Hacía un montón de cosas para eso: cambiaba el calendario, me llevaba mucha gente para sostenerme y acompañarme, gastaba mucha plata en cada serie. Perdía muchas semanas en al año. Ahora con un hijo es diferente y tengo que darles las semanas esas a él”.
“Me duele mucho que nos hayan criticado a todos los jugadores. Éramos los mejores y ahora somos los peores. Acá la culpa no la tiene nadie. Es un deporte. Se puede ganar y perder”, agregó enseguida visiblemente molesto por las críticas recibidas.
En cuanto a quienes dividieron culpas entre la delegación que viajó a Kazajistán y los que no fueron, Leo fue tajante y afirmó que: “La Copa Davis no te perdona nada. Son dos series y te vas a la B. Los jugadores que fueron dieron lo mejor. No se puede criticar así, se están pasando de la raya. Hay un grupo de jugadores que todo el tiempo le pusimos garra a la Copa Davis. Acá no se borró nadie”, no sin antes añadir: “No quise hablar con nadie, no era el momento. Pero en su momento lo haré. No pasa nada. Es deporte. Lo nuestro no es nada, hay gente que lo toma como catastrófico y creo que no es así”.
Claramente enfocado en una nueva etapa de su vida, Mayer concluyó que: "no se muere nadie por ir a la B. Hay que volver a jugar y listo. Si yo voy a la Qualy y pierdo, voy al otro torneo e intento de nuevo."
El correntino formó parte junto a Guido Pella, Renzo Olivo, Juan Mónaco, Federico Delbonis y Juan Martín Del Potro del equipo que bajo la conducción de Daniel Orsanic se quedó con la primera y única “Ensaladera de Plata” en la historia del tenis argentino el año pasado, además de haber sido también un factor clave dentro de varias de las llaves definitorias en temporadas anteriores.