Martes 3 de Noviembre de 2015
Air New Zealand y Qantas, aerolíneas de Nueva Zelanda y Australia respectivamente, no fueron ajenos a la última final del mundo de rugby donde los All Blacks se coronaron campeones.
Realizaron una apuesta donde los empleados del país perdedor debían vestir la camiseta del rival y así sucedió. “Todavía amamos a los Wallabies, pero una apuesta es una apuesta”, dijeron, resignados, desde Qantas.
Una particular idea para cerrar una Copa del Mundo de Rugby que será inolvidable.
Realizaron una apuesta donde los empleados del país perdedor debían vestir la camiseta del rival y así sucedió. “Todavía amamos a los Wallabies, pero una apuesta es una apuesta”, dijeron, resignados, desde Qantas.
Una particular idea para cerrar una Copa del Mundo de Rugby que será inolvidable.