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La historia detrás de la cara que está pintada en el estadio Monumental de Lima

Escenario de la primera final única de la CONMEBOL Libertadores, conocemos a fondo el estadio y todos sus detalles.
La historia detrás de la cara que está pintada en el estadio Monumental de Lima
Sábado 23 de Noviembre de 2019

El estadio Monumental de Lima, casa del equipo Universitario, fue la sede de la primera final única de la CONMEBOL Libertadores, que tuvo a Flamengo como campeón.

Para los detallistas, quizás habrán notado que sobre una de las tribunas, de las que están decoradas con butacas de muchos colores, luce la imagen de una persona. Se trata de la cara del “Lolo” Fernández, el ídolo más grande del club Universitario.

Su cara luce sobre la tribuna de oriente del estadio y esta fue pintada por los propios hinchas y socios del club. Se trata de un homenaje a alguien que dio todo por el club, que falleció el 17 de septiembre de 1996 a sus 83 años.

Teodoro Fernández Meyzán, más conocido como “Lolo”, es considerado por las generaciones más grandes de fanáticos del fútbol peruano como uno de los máximos ídolos del fútbol de aquel país.

Las estadísticas señalan que entre 1930 y 1953 disputó 180 partidos con la camiseta del Universitario en los que anotó 156 goles. Con el equipo limeño ganó seis títulos nacionales. Además, con la Selección peruana disputó 32 partidos y marcó 24 goles. Participó de la Copa América de 1939.

Tal es el amor que tiene el club y los hinchas por el “Lolo” Fernández, que durante los partidos del equipo como local se pueden ver en la hinchada banderas con su cara y se pueden escuchar cánticos en honor a él.


Además, aún en vida, el club Universitario le brindó un homenaje bautizando con su nombre el coloso que inauguró en 1952, el ahora viejo, estadio Lolo Fernández.

"Lolo" murió el 17 de septiembre de 1996. Fue despedido por una multitud y a su sepelio asistieron miles de fanáticos, no solo de Universitario. Su féretro, cubierto por la bandera del club, fue velado en el salón de las Américas del Estadio Nacional y luego trasladado hasta el estadio que lleva su nombre, donde reposó durante algunas horas hasta ser trasladado al cementerio.