A raíz de una profunda crisis social que atraviesa a Chile con mayor énfasis en su región Metropolitana, la CONMEBOL decidió ayer en unanimidad con los dirigentes de los clubes, trasladar la sede de la primera final única de Libertadores a Lima, Perú.
Aprovechando la oportunidad brindada por el Gobierno peruano que prometió garantizar la seguridad y buen desarrollo del espectáculo, la Confederación eligió al Estadio “Monumental” de Lima como sede para el encuentro entre River y el Flamengo.
Lo cierto es que, el estadio en donde hace de local Universitario de Deportes cuenta con capacidad para albergar 80 093 espectadores, siendo el estadio más grande de Sudamérica y uno de los más grandes del mundo.
Inaugurado el 2 de julio del 2000, las obras estuvieron a cargo del arquitecto uruguayo Walter Lavalleja Sarries y tuvieron un costo de 52 millones de dólares. Al haberse construido dentro de los parámetros que exige el Manual de Especificaciones Técnicas de la FIFA (para estadios del nuevo milenio y para finales del campeonato mundial), es considerado uno de los más modernos de la región.
Está ubicado al este de la ciudad de Lima y curiosamente no hay hoteles cinco estrellas cerca del estadio, con lo cual tanto Flamengo como River deberán alojarse lejos, estimando un tiempo de llegada al estadio de una hora y media con custodia policial, y de entre dos y tres horas para los hinchas que avancen desde el centro. Las vías de acceso no son las mejores.
El estadio fue ampliado por el Instituto Peruano del Deporte en el año 2017 y se agregaron21 516 personas adicionales en los cuatro edificios de palcos que lo rodean, al borde de los 105 × 70 m que mide el campo de juego.
Cuenta con un Palco Presidencial que se llama “Mario Vargas Llosa”, en homenaje al escritor peruano y Premio Nobel de Literatura 2010, quien además es reconocido hincha del club socio honorario vitalicio de la Crema.
Cuenta con cuatro vestuarios, sala de prensa, circuito cerrado de televisión con ocho cámaras en color, tipo domo, con giro de 360° ubicadas al interior y exterior del estadio, 160 luminarias de 2000 w de potencia, tablero electrónico con pantalla LED, otra pantalla gigante de 10 m. x 6 m y los asientos de las tribunas están pintados de muchos colores para darle la impresión de que el estadio está lleno.
Pues, curiosamente, el estadio solamente se llenó seis veces en su historia: en su inauguración, en un Perú-Ecuador por Eliminatorias, en los partidos ante Brasil de 2013 y 2017, en un Universitario-Alianza Lima y en un concierto de Paul McCartney.
¿Será la séptima vez?