En pleno auge del deporte de elite en todo el mundo, varios expertos reconocen que la exigencia impuesta en la actualidad hacia cada uno de los protagonistas se ha vuelto mucho mayor que hace algunas décadas atrás y esto se traduce directamente en el tiempo invertido por cada uno para intentar llegar a ser relevante en su disciplina.
Sumidos por la alta competencia y pocas plazas dentro del profesionalismo retomamos un análisis de la revista especializada de los Estados Unidos, Forbes en donde se enumeran motivos por los cuales se debería permitir patentar licencias en favor de estos deportistas universitarios.
- facturar por este concepto le significaría una mayor tranquilidad financiera en la mayoría de los casos, debido a la escasez de tiempo de cada uno como para vivir de otro trabajo y entrenar al mismo tiempo.
- Patrocinar futuras promesas ayudaría a las firmas más pequeñas a apostar por uno de los deportistas al mismo tiempo que ensaya nuevas técnicas de patrocinio.
- Existen principios legales que permiten la patente de sus derechos sin desproteger al menor o deportista amateur, en un movimiento que favorecería a la libre competencia del mercado.
- Equilibraría la pluralidad en la participación de deportistas en sus distintos géneros y condiciones.
- Mantendría a los deportistas enfocados en estudiar y terminar con sus carreras universitarias.
- Reduciría el riesgo de futuros casos de corrupción y soborno por parte de nuevos sponsors y tratados con representantes y compañías comisionando ilegalmente de por medio.
Cabe destacar que si bien los ítems enumerados más arriba están pensados en función al deporte universitario estadounidense, varias de las opciones pueden aplicarse a deportistas amateur en el resto del continente, quienes reflejan escenarios similares en su deporte y estudio diariamente, casi siempre privado de patrocinios y socios comerciales.
Fuente: Forbes
