El club decidió que los chicos se entrenen al menos una vez a la semana en 'Peladeiros', que son canchas de polvo con piedras como las que se encuentran en las favelas. En paralelo con nuestro país, la medida impulsa el resurgimiento de los famoso "potreros", que por muchos años caracterizaron la práctica del fútbol y dieron tantos jugadores que luego terminaron triunfando.

El objetivo es claro: volver a los orígenes del fútbol brasileño y así rescatar el famoso 'Jogo Bonito', que cada día es más difícil de encontrar por la modernización del deporte y que tantos buenos e icónicos futbolistas dio a lo largo de la historia.


"Prohibido los entrenadores, solo formadores. Espacio de libertad, improvisación y autonomía", señalan los distintos carteles al ingresar a las canchas. La medida comenzó a ser implementada por otros clubes allí en Brasil.