Viernes 31 de Mayo de 2024
Desde sus inicios, la transición energética ha sido uno de los principales enfoques para DS Automobiles. Una ambiciosa línea de investigación ha dado sus frutos en varios concept-cars y, desde 2015, en la participación de la marca en la Fórmula E, la competición de monoplazas eléctricos más importante del mundo. En este escenario, DS Performance ha conquistado dos títulos de pilotos y constructores, destacándose como un terreno ideal para el desarrollo de innovaciones que mejoran las prestaciones y la eficiencia de los vehículos electrificados.
Este trabajo es clave en el desarrollo de la estrategia de electrificación de DS Automobiles. Hitos como los 404 km de autonomía en ciclo WLTP del DS 3 E-TENSE, 100% eléctrico, o la combinación de 360 CV y tracción total con un consumo de 1 l/100 km, unas emisiones de 22 gramos de CO2 por kilómetro y 74 km de autonomía "cero emisiones" en el DS 9 E-TENSE híbrido enchufable no habrían sido posibles sin la participación de la marca en la Formula E.
Para DS Automobiles, la electrificación representa una nueva perspectiva en cuanto a prestaciones, diseño, adrenalina al volante y desarrollo sostenible. La marca ha demostrado con éxito este compromiso con la investigación y desarrollo en los deportes del motor.
El Campeonato ABB FIA de Fórmula E es una competencia rigurosa y altamente competitiva, donde incluso la más mínima mejora en fiabilidad, rendimiento y velocidad puede marcar la diferencia entre ganar y perder. En este ámbito deportivo, DS Performance puede presumir de ser una de las marcas más galardonadas, con dos títulos mundiales de pilotos y constructores.
A primera vista, los espectaculares monoplazas que compiten en circuitos de todo el mundo no parecen tener mucho en común con un SUV como el DS 3 o el DS 7, o con una berlina de alta gama como el DS 4 o el DS 9. Pero, como sucede a menudo en la vida, lo esencial es invisible a los ojos. Y lo esencial es el trabajo que hay detrás de las prestaciones de un vehículo de competición como el DS E-TENSE FE 23 Gen 3, cuyos avances terminan por llegar a los automóviles premium de la marca en un plazo de entre 5 y 8 años.
El vehículo con el que DS Automobiles compite por la victoria en la categoría reina del automovilismo eléctrico despliega una potencia total de 800 CV (600 kW) gracias a sus dos motores eléctricos: uno frontal de 250 kW para las frenadas y otro trasero de 350 kW para la propulsión. Alcanza una velocidad máxima de 284 km/h, ajustada a los circuitos urbanos donde tienen lugar los ePrix, y recupera cerca del 40% de su energía mediante la regeneración de la carga de la batería durante frenadas y deceleraciones. Logra la aceleración de 0 a 100 km/h en 2,3 segundos. En una competición tan reñida como la Fórmula E, la eficiencia es fundamental. En los motores utilizados en los DS E-TENSE FE 23 Gen 3 se ha logrado un 98% de eficiencia, lo que significa que prácticamente toda la carga se aprovecha y casi nada se pierde entre la batería y el motor.
Para alcanzar estas cifras, fue necesario avanzar significativamente en la investigación y desarrollo de tecnologías totalmente novedosas. Algunas de ellas, como la estación de carga de 600 kW que permite recargar este vehículo en solo 30 segundos, estarán disponibles en las rutas a mediano plazo.
La experiencia acumulada por DS Performance desde su primera victoria en 2016 les ha permitido seleccionar las mejores opciones para cada uno de sus modelos de serie en términos de cantidad de velocidades, tipos de motorización y equilibrio entre torque y potencia. Aunque los componentes de un monoplaza y un automóvil de calle sean distintos, su arquitectura y proceso de diseño son idénticos. La Fórmula E continúa liderando para contribuir al desarrollo de la gama E-TENSE de DS Automobiles.
Una transferencia de tecnología que va de la mano de la elección de la mejor arquitectura. La fuerza del equipo DS PENSKE radica en haber desarrollado uno de los mejores softwares de gestión de energía de todas las escuderías de Fórmula E. Si el motor y el inversor electrónico son los componentes principales del sistema, la diferencia frente a sus competidores está en el software que los controla. Estas soluciones, en continua evolución a lo largo de la temporada deportiva, ofrecen una experiencia plenamente aplicable a la gestión de la energía en los vehículos de serie, ya sean completamente eléctricos o híbridos enchufables.
Este trabajo es clave en el desarrollo de la estrategia de electrificación de DS Automobiles. Hitos como los 404 km de autonomía en ciclo WLTP del DS 3 E-TENSE, 100% eléctrico, o la combinación de 360 CV y tracción total con un consumo de 1 l/100 km, unas emisiones de 22 gramos de CO2 por kilómetro y 74 km de autonomía "cero emisiones" en el DS 9 E-TENSE híbrido enchufable no habrían sido posibles sin la participación de la marca en la Formula E.
Para DS Automobiles, la electrificación representa una nueva perspectiva en cuanto a prestaciones, diseño, adrenalina al volante y desarrollo sostenible. La marca ha demostrado con éxito este compromiso con la investigación y desarrollo en los deportes del motor.
El Campeonato ABB FIA de Fórmula E es una competencia rigurosa y altamente competitiva, donde incluso la más mínima mejora en fiabilidad, rendimiento y velocidad puede marcar la diferencia entre ganar y perder. En este ámbito deportivo, DS Performance puede presumir de ser una de las marcas más galardonadas, con dos títulos mundiales de pilotos y constructores.
A primera vista, los espectaculares monoplazas que compiten en circuitos de todo el mundo no parecen tener mucho en común con un SUV como el DS 3 o el DS 7, o con una berlina de alta gama como el DS 4 o el DS 9. Pero, como sucede a menudo en la vida, lo esencial es invisible a los ojos. Y lo esencial es el trabajo que hay detrás de las prestaciones de un vehículo de competición como el DS E-TENSE FE 23 Gen 3, cuyos avances terminan por llegar a los automóviles premium de la marca en un plazo de entre 5 y 8 años.
El vehículo con el que DS Automobiles compite por la victoria en la categoría reina del automovilismo eléctrico despliega una potencia total de 800 CV (600 kW) gracias a sus dos motores eléctricos: uno frontal de 250 kW para las frenadas y otro trasero de 350 kW para la propulsión. Alcanza una velocidad máxima de 284 km/h, ajustada a los circuitos urbanos donde tienen lugar los ePrix, y recupera cerca del 40% de su energía mediante la regeneración de la carga de la batería durante frenadas y deceleraciones. Logra la aceleración de 0 a 100 km/h en 2,3 segundos. En una competición tan reñida como la Fórmula E, la eficiencia es fundamental. En los motores utilizados en los DS E-TENSE FE 23 Gen 3 se ha logrado un 98% de eficiencia, lo que significa que prácticamente toda la carga se aprovecha y casi nada se pierde entre la batería y el motor.
Para alcanzar estas cifras, fue necesario avanzar significativamente en la investigación y desarrollo de tecnologías totalmente novedosas. Algunas de ellas, como la estación de carga de 600 kW que permite recargar este vehículo en solo 30 segundos, estarán disponibles en las rutas a mediano plazo.
La experiencia acumulada por DS Performance desde su primera victoria en 2016 les ha permitido seleccionar las mejores opciones para cada uno de sus modelos de serie en términos de cantidad de velocidades, tipos de motorización y equilibrio entre torque y potencia. Aunque los componentes de un monoplaza y un automóvil de calle sean distintos, su arquitectura y proceso de diseño son idénticos. La Fórmula E continúa liderando para contribuir al desarrollo de la gama E-TENSE de DS Automobiles.
Una transferencia de tecnología que va de la mano de la elección de la mejor arquitectura. La fuerza del equipo DS PENSKE radica en haber desarrollado uno de los mejores softwares de gestión de energía de todas las escuderías de Fórmula E. Si el motor y el inversor electrónico son los componentes principales del sistema, la diferencia frente a sus competidores está en el software que los controla. Estas soluciones, en continua evolución a lo largo de la temporada deportiva, ofrecen una experiencia plenamente aplicable a la gestión de la energía en los vehículos de serie, ya sean completamente eléctricos o híbridos enchufables.