Después de ausentarse por varios meses a causa de tener a su hija Alexis Olympia Ohanian Jr., la tenista ex número uno del mundo, Serena Williams emprendió su vuelta a las canchas esta semana tras lucir su cuerpo bien trabajado en el polvo de ladrillo de Roland Garros durante las primeras rondas.

En el marco del segundo Grand Slam del año, la estadounidense de 36 años sorprendió a todos por el alto nivel de su juego a pesar de tanto tiempo en inactividad, pero por sobre todo a raíz del atuendo utilizado, nunca antes visto en un torneo de tenis.

Totalmente cubierta por un atuendo negro y una faja de color rojo en el medio de la cintura, en un outfit que muchos tildaron como el de un “superhéroe”, Willams superó a sus rivales casi sin problemas y mantuvo su paso firme por el torneo.

Lo cierto es que, días después de dejar atrás la falda y musculosa, Serena confesó haber seguido el consejo de su equipo de trabajo y adoptar el nuevo traje de la marca deportiva con la que se mueve a fin de mejorar su circulación y ser más dinámica en la cancha.

Aprovechando el material y tecnologías de fabricación del traje, la tenista, ganadora de 23 títulos de Grand Slam, dijo haberse sentido abismalmente más cómoda y segura, al mismo tiempo que desde su marca resaltaron el hecho de haber probado el traje, en lo que bien podría ser un punto de inflexión para la indumentaria deportiva en las canchas de tenis.

Lo cierto es que, sin incumplir con el reglamento tanto Serena como Nike buscan sacarle el mejor provecho tanto deportivo como comercial a su regreso y trabajan fuertemente al respecto, viendo los primeros frutos de su inversión florecer a la orden del día.

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