Miércoles 4 de Noviembre de 2020
El próximo jueves comenzará el último torneo previo al Masters de Augusta, segundo grande de la seguidilla de 6 majors que tendrá esta temporada 2020-2021. La historia indica una tendencia casi irremontable: desde 1960, apenas un jugador pudo ganar en la semana anterior y repetir consecutivamente en Georgia. Por supuesto, hay ciertos vaivenes que apoyan a una gesta que parece imposible.
A veces, los golfistas clasificados al Masters deciden relajar su cuerpo y no disputar el evento semanal anterior, recargando energías para alcanzar la tan ansiada green jacket. Sin embargo, y gracias al criterio de clasificación número 16 del Masters, que invita automáticamente a todos los ganadores de torneos individuales del PGA Tour, hasta la semana previa inclusive de la cual hablamos en esta nota, la puerta se abre para el campeón garantizándose jugar los dos eventos de manera consecutiva.
Ese campeón sin dudas llega motivado a Augusta, con dosis de buen juego y grandes sensaciones sobre el field. ¿Ha alcanzado con esto? Parece que no. El cansancio mental también puede jugar su parte: si tenemos en cuenta que para muchos golfistas el torneo previo a Augusta es su última chance de clasificarse, los que logren la hazaña pueden sentir el rigor en un field no apto para débiles que sabe castigar los errores. De esta manera, una victoria en la semana previa al Torneo de Maestros puede volverse un arma de doble filo.
Desde 2000 hasta 2006 inclusive, el BellSouth Classic en el TPC at Sugarloaf de Atlanta fue la cita previa a Augusta. Y aquí fue la única gesta de nuestro interés. Phil Mickelson metió el doblete en 2006, consiguiendo su segunda de las tres chaquetas verdes que ostenta habiendo ganado la semana anterior. Si hablamos de números, Lefty consigue respaldo para su hazaña: de las siete citas del BellSouth Classic previas al Masters, se llevó tres en total, lo que significó el 42% de los torneos por aquellos años.
Entre 2007 y 2012, el Shell Houston Open tomó la posta, en el mítico Golf Club de Houston. Como mencionamos, ningún jugador que ganó el torneo en ese lustro pudo repetir en Georgia. El que le pegó en el palo fue Anthony Kim: habiendo ganado Houston en 2010, consiguió un gran tercer lugar en el Grand Slam. Luego, lo más cercano a Kim fue el resultado de su compatriota Hunter Mahan en 2012, que en el Masters empató el décimosegundo lugar.
Para 2013, el torneo se movió al TPC San Antonio que alojó el Valero Texas Open. El ganador, Martin Laird, que levantó la copa hace apenas unas semanas en el Shriners Hospitals for Children Open, fue el que más lo sufrió, no pudiendo pasar el corte la semana siguiente en Augusta National Golf Club.
Ya más cerca a la actualidad, entre las temporadas 2013/2014 y la 2017/2018, la cita tomó el vuelo de regreso a Houston. Pero esta vez, fue algo más cruel: de los cinco ganadores por aquellos años, apenas dos pudieron pasar el corte en el Masters. Russell Henley en 2017, empatando el onceavo lugar, e Ian Poulter, al año siguiente, empatando el puesto 44.
Por último, el año 2019 lo tuvo como protagonista a Corey Conners, esta vez volviendo al Valero Texas Open, donde supo ser campeón pero teniendo un desempeño irregular en Augusta, empatando el puesto 46.
Por Federico Wiersba - No Está Dada
A veces, los golfistas clasificados al Masters deciden relajar su cuerpo y no disputar el evento semanal anterior, recargando energías para alcanzar la tan ansiada green jacket. Sin embargo, y gracias al criterio de clasificación número 16 del Masters, que invita automáticamente a todos los ganadores de torneos individuales del PGA Tour, hasta la semana previa inclusive de la cual hablamos en esta nota, la puerta se abre para el campeón garantizándose jugar los dos eventos de manera consecutiva.
Ese campeón sin dudas llega motivado a Augusta, con dosis de buen juego y grandes sensaciones sobre el field. ¿Ha alcanzado con esto? Parece que no. El cansancio mental también puede jugar su parte: si tenemos en cuenta que para muchos golfistas el torneo previo a Augusta es su última chance de clasificarse, los que logren la hazaña pueden sentir el rigor en un field no apto para débiles que sabe castigar los errores. De esta manera, una victoria en la semana previa al Torneo de Maestros puede volverse un arma de doble filo.
Desde 2000 hasta 2006 inclusive, el BellSouth Classic en el TPC at Sugarloaf de Atlanta fue la cita previa a Augusta. Y aquí fue la única gesta de nuestro interés. Phil Mickelson metió el doblete en 2006, consiguiendo su segunda de las tres chaquetas verdes que ostenta habiendo ganado la semana anterior. Si hablamos de números, Lefty consigue respaldo para su hazaña: de las siete citas del BellSouth Classic previas al Masters, se llevó tres en total, lo que significó el 42% de los torneos por aquellos años.
Entre 2007 y 2012, el Shell Houston Open tomó la posta, en el mítico Golf Club de Houston. Como mencionamos, ningún jugador que ganó el torneo en ese lustro pudo repetir en Georgia. El que le pegó en el palo fue Anthony Kim: habiendo ganado Houston en 2010, consiguió un gran tercer lugar en el Grand Slam. Luego, lo más cercano a Kim fue el resultado de su compatriota Hunter Mahan en 2012, que en el Masters empató el décimosegundo lugar.
Para 2013, el torneo se movió al TPC San Antonio que alojó el Valero Texas Open. El ganador, Martin Laird, que levantó la copa hace apenas unas semanas en el Shriners Hospitals for Children Open, fue el que más lo sufrió, no pudiendo pasar el corte la semana siguiente en Augusta National Golf Club.
Ya más cerca a la actualidad, entre las temporadas 2013/2014 y la 2017/2018, la cita tomó el vuelo de regreso a Houston. Pero esta vez, fue algo más cruel: de los cinco ganadores por aquellos años, apenas dos pudieron pasar el corte en el Masters. Russell Henley en 2017, empatando el onceavo lugar, e Ian Poulter, al año siguiente, empatando el puesto 44.
Por último, el año 2019 lo tuvo como protagonista a Corey Conners, esta vez volviendo al Valero Texas Open, donde supo ser campeón pero teniendo un desempeño irregular en Augusta, empatando el puesto 46.
Por Federico Wiersba - No Está Dada