Mohamed Salah es una de las estrellas del Liverpool y del fútbol inglés en la actualidad. Su desequilibrio como delantero en las últimas temporadas lo han catapultado como uno de los grandes jugadores de la actualidad y su forma de ser lo han hecho convertirse en uno de los más queridos.
En las últimas horas comenzó a circular la información de que Salah, jugador de origen egipcio, se habría negado a que el club inglés donde juega contrate a Manus Dabbur, goleador israeslí del Red Bull Salzburgo de Austria.
¿A qué se debería su negación y su amenaza con irse del club si se produjera esta transferencia? A la tensa relación que existe entre las poblaciones de Egipto e Israel. El periodista Hagay Hacohen fue quien afirmó que el delantero que representó a su selección en el último Mundial de Rusia 2018, dejaría Liverpool si llegara el delantero Israeslí.
Salah ya ha tenido un antecedente con el tema político-religioso. Ocurrió cuando tenía 21 años y todavía jugaba para el club suizo de Basilea. El delantero no quiso viajar a Israel para jugar ante el Maccabi de Tel Aviv por la Champions League. Luego los dirigentes del club lo obligaron y tuvo que viajar.
En señal de protesta por haber tenido que viajar y jugar con ese equipo, en el saludo protocolar Salah no les dio la mano a los jugadores del equipo israeslí pero si les chocó los puños. Manus Dabbur ha tenido una interesante temporada en 2018 conviritiendose en goleador de la liga austríaca con 7 goles en la liga y 14 en todas las competencias.
De ocurrir la salida de Salah por la llegada de Dabbur, sería un hecho muy curioso e histórico para el fútbol internacional y para la carrera profesional del jugador egipcio, que en la última temporada sonó como candidato para los importantes premios internacionales.