El Liverpool jugará su octava Final de UEFA Champions League luego de once años de disputar por última vez un partido definitorio de una copa internacional europea. En aquel entonces el equipo había tenido dos temporadas antes la posibilidad de ganar este trofeo de la mano de Steven Gerrard.
En el transcurso de estos once años el equipo anduvo dando vueltas por la mitad de la tabla, logrando algunas veces clasificar para copas europeas pero sus aventuras en ellas no fueron muy buenas. Con la llegada de Jurgen Klöpp el equipo de la ciudad donde se fundaron los “Beatles”, volvió a disputar en la temporada 2015/16 una Final europea, que fue derrota ante el Sevilla por la definición de la Europa League. El director técnico alemán no había estado ni siquiera seis meses cuando sucedió eso.
En esta definición si se podrá ver la mano de Klöpp, que viene trabajando ya desde algunas temporadas en el equipo y que le ha puesto su sello al proyecto futbolístico, tal como hizo antes en el Borussia Dortmund. La importancia del trabajo con las divisiones inferiores, la compra inteligente de jugadores en el ámbito local al Southampton y en el extranjero, con Alemania como primer proveedor, han hecho un equipo inteligente.
Tal como indica el diario español AS, la inversión realizada por el club inglés para lograr tener un lugar en la Final de Kiev no ha sido mucho mayor a los 400 millones de euros. Si bien es una cifra importante se debe tener en cuenta cómo son los precios del mercado en la actualidad y los 160 millones de euros que ingresó el equipo por la venta de Philippe Coutinho al Barcelona.
La importancia del buen trato que tiene la directiva del Liverpool con la del Southampton hace que las negociaciones siempre hayan llegado a buen término cada vez que el finalista de la Champions League quiso quedarse con un jugador. De la actual plantilla de los “Reds”, cinco jugadores formaban parte del otro equipo.
La defensa central compuesta por Lovren y Van Dijk le han costado al equipo 103,3 millones de euros, siendo el pase del holandés en 78,8 millones el más caro de la historia del Liverpool. Además, el lateral Clayne sumó otros 17, 7 millones, mientras que el pase de Lallana en 2014 valió 31 millones y el del delantero Mané 41,2 millones de euros. Números que también llevaron a la Final de la UEFA Champions League al equipo inglés.
