Cuando Ubisoft lanzó el primer The Division, la expectativa era alta. Un juego bajo el nombre de Tom Clancy, y el tutelaje de Massive Games, parecía una receta explosiva. No solo eso, Ubisoft planeaba competirle de frente a Destiny, con un juego que ofrecía mas personalización, opciones de juego y una recreación fidedigna de Nueva York.
Las primeras impresiones no fueron malas, The Division ofrecía una historia interesante - narrada mas mediante pequeños relatos que uno encontraba en la ciudad que por sus personajes – y misiones divertidas, aunque un tanto familiares en estilo. Si bien parecía a primera vista como un buen juego, era cuando uno trataba de entrar al contenido que te mantedría atado por días donde se encontraban los mayores problemas. La Zona Oscura estaba completamente plagada de problemas de balance y jugadores usando diferentes programas de trampa, los enemigos se volvían “esponjas de daño” casi imposibles de bajar y las actividades especiales, las Incursiones, que llegaron después, eran monótonas y poco creativas.
Massive se pasó los siguientes dos años arreglando la dinámica, con contenido pago, pero una gran cantidad de contenido gratuito, incluyendo una nueva y enorme zona para jugar, con misiones y armas que llegaron junto a ella. Considerando que Massive logró representar a Nueva York en una escala de 1:1, esto no debe de haber sido algo sencillo.
El respeto que el estudio y Ubisoft mostraron para con los jugadores durante ese tiempo, los convirtió, de meros usuarios, a fanáticos, y cuando se anunció la llegada del Tom Clancy’s The Division 2, no dudaron en festejarlo.
Relanzando una serie
Esta generación ha visto el inicio de un nuevo estilo de juego, un formato que aprovecha los beneficios de que mas consolas y mas jugadores están conectados a internet. Los Live Service Games no son nada nuevo, y se puede trazar un origen compartido con los MMO como Ultima y Everquest. La mayor diferencia, es que los Live Service no tienen una plataforma mensual de pagos, y se mantienen en su mayoría por las Microtransacciones o “MTX”.
El término comenzó a usarse cuando Bungie y Activision lanzaron Destiny, y hoy en día se aplica tanto para juegos multijugador como para varios juegos de un jugador – y como todo en la vida, hay buenos ejemplos, y malos ejemplos. The Division intentó meterse en este mercado, pero chocó con la misma pared que su competencia había chocado un año antes. El género como tal estaba todavía gestándose, y los estudios aprendiendo a maniobrarlo.
Le tomó 3 años mas a Bungie encontrarle la vuelta, que logró recién con Forsaken, tras el rotundo fracaso del primer año de vida de Destiny 2. EA por su lado buscó lo propio con Anthem, pero el juego de BioWare también fracasó, aunque por otros motivos. Massive tenía un enorme “pero” que saltar, y sorpresivamente lo logró.
The Division 2 es un juego que demuestra que no fue solo hecho para capitalizar del género del momento, sino que fue hecho aprendiendo de los errores propios y ajenos, capitalizando sobre ellos y trabajando para evitarlos. El resultado es un juego que se siente completo y variado, ofreciendo experiencias para jugadores casuales y adeptos por igual.
Washington D.C. versión apocalipsis
El equipo de Massive tiene una fijación con el detalle. Aquellos que jugamos al primer The Division lo notamos al recorrer las vacías calles de la nevada Nueva York, encontrando hitos como el edificio Flatiron e incluso Broadway. El juego estaba situado en una ciudad asediada por una epidemia causada por un ataque terrorista. Con sus accesos y egresos cerrados, la misma quedó a la merced de los habitantes que no lograron escapar, formándose así facciones de buenos y malos, cada una con personalidades y características distintas.
The Division 2 sucede meses después del primer juego, el invierno pasó y nos vemos esta vez recorriendo las calles y monumentos de Washington D.C., capital de Estados Unidos, y hogar de cientos de eventos históricos en dicho país.
Al igual que en el primer juego, la atención está enfocada en los detalles, y quizás en esta oportunidad, mucho mas que antes. A diferencia de Nueva York, Washington no solo cuenta con un cuartel central, sino que con establecimientos de refugiados, que se han ido transformando en pequeñas comunidades, a las que nuestro personaje ayudará a mejorar. Veremos también cuadrillas de ciudadanos patrullando las calles, y enfrentándose de forma dinámica con una de las 3 facciones del juego – una cuarta facción aparecerá recién al terminar la campaña principal.
A esto se le suma el color que dan los tonos de verano, con un sistema de día y clima dinámico que generarán situaciones nuevas para cada sesión de juego. En ocasiones estará despejado, en otras, una fuerte tormenta bloqueará nuestra vista y la de nuestros oponentes forzándonos a jugar de cerca.
Massive realizó un inmenso trabajo en asegurarse de que todo funcionara bien, y el resultado es visible, aún si algunas cosas, como el diseño sonoro, no siempre sea el adecuado.
Aciertos y equivocaciones
Cuando era mas chico, el nombre Tom Clancy era algo para respetar, ya sea en literatura, donde el autor se dio a conocer, o en el cine y posteriormente videojuegos. Si bien a menor escala, las sagas que nacieron de su mano sirvieron para darle cuerpo a historias de espías, política, conflictos bélicos y mas. Los últimos años, hemos visto su nombre, quizás a raíz de la muerte del autor, diluirse. Juegos como Rainbow Six Siege y Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands son claros ejemplos de narrativas menores, incongruentes y carentes de la magia de Clancy.
No obstante, The Division mantenía esa escencia, con una historia con personajes principales marcados y un mundo super nutrido de contenido, con historias secundarias obtenidas en mensajes de audios que muchas veces superaban a la principal. The Division 2 lamentablemente no tiene nada de esto. La historia principal no tiene pies ni cabeza, los audios y Echos que componen los coleccionables del mundo son aburridos y poco inspirados, y es triste ver, como fanático del autor, que la impronta que lo caracterizaba, se haya reducido tanto.
Lo que Massive no pudo lograr desde el lado narrativo, lo cubrió con creces desde lo lúdico. The Division 2 logra lo que su antecesor buscó crear, y confirma que el estudio no estuvo ajeno a los problemas y aciertos de la competencia.
Desde el primer momento notaremos que Washington D.C. está pensado como una experiencia completa, sin elementos que parecieran apurados, o recortados para ser agregados mas tarde. La campaña principal puede durar de 20 a 40 horas dependiendo del ritmo al que uno decida hacerla, y eso es solo el principio del juego.
Completar las misiones de la historia sirve para desbloquear lo que se conoce como el Endgame, y es una nueva experiencia que se construye por sobre la inicial. Una nueva facción se suma a la pelea, nuestro personaje consigue acceso a las Especializaciones, que sería el equivalente a las habilidades especiales, y el mundo cambia. Los puntos de control pasan a ser rotativos, con tropas de enemigos recorriendo el mapa y pudiendo estas quitarnos control sobre ellos y viceversa, con tropas aliadas tratando de recuperar puntos. De mas está decir que mucho de la verdadera experiencia comienza en este punto.
Por su parte, la Zona Oscura hace un triunfal regreso -manteniendo la dinámica PVEVP donde hay que extraer primero las recompensas para poder usarlas -, ahora con niveles estandarizados, es decir, que jugadores de bajo nivel no tendrán que preocuparse tanto por entrar y ser aniquilados por aquellos de mayor nivel. Las habilidades del equipo tendrán mucho que ver de todas formas, por lo que el sistema no es perfecto, pero le da a todos una mejor oportunidad. Hay 3 zonas en esta ocasión, de las cuales dos utilizan dicho sistema, con una tercera que mantiene la filosofía original de que todo vale, por lo que al entrar a ella hay que estar preparados.
Pasión por los detalles
The Division 2 es un juego de disparos en tercera persona, con un enfoque en la estrategia y la cobertura, mucho mas fuerte que en su antecesor. Una relación que se menciona es la de que es un X-Com 2 en tercera persona, y no es una comparación muy alejada a la realidad. Si bien por momentos parece que uno puede enfrentarse a varios enemigos a la vez, no tardaremos en notar la necesidad de planear los ataques y enfrentamientos antes de comenzar uno.
Al igual que en el primer juego, Massive utiliza armas de la vida real, con accesorios inspirados en tecnología a futuro. Drones que nos cubren o buscan enemigos, granadas inteligentes y escudos que reflejan los tiros a quien le estemos apuntando.
En el fondo, The Division 2 nos recuerda a aquellos grandes juegos como Rainbow Six Vegas, donde había que pensar en el entorno, las armas, enemigos y herramientas a disposición. Llegado al Endgame, estas últimas se ven aumentadas con mas opciones y un enfoque a cierto tipo de juego dependiendo de lo que elijamos.
La variedad es la esencia de la experiencia, y dado que no podremos cubrir siempre todos los flancos, es que podremos jugar de hasta 4 personas en equipo, con actividades que llegarán pronto que permitirán hasta 8 personas en simultáneo.
Las armas en The Division 2 se sienten mucho mejor que en el primer juego, con diferencias notables entre los diferentes tipos que hay. Ya no está mas esa homogeneidad forzada que existía en el primer juego. También aplica a las armaduras y distribución de puntos de habilidad, que antes nos forzaba a tener que usar tal o cual pieza.
Los modificadores también cumplen un rol renovado, que nos dejará modificar nuestra experiencia y equipamientos a nuestro gusto, beneficiando la recarga de habilidades, vida o cantidad de daño crítico, entre cientos de otras cosas.
Cortita y al pie
En un mercado que no se cansa de lanzar experiencias quebradas, con juegos que pareciera que fueron pasados por el cuchillo del carnicero antes de su lanzamiento, The Division 2 es una bocanada de aire fresco. Completo de entrada, aunque no libre de varios bugs y problemas, este es un juego que no parece haber sido pensado para ser actualizado a futuro para mantener a sus jugadores atado. Las microtransacciones son en extremo cosméticas, pero aún así pueden conseguirse jugando de forma normal. La cantidad de contenido inicial es mas que suficiente para tener a uno jugando por horas, sin límites en las recompensas, 5 niveles de dificultad adicionales, Incursiones, Fortalezas, Cooperativo, PVP y la Zona Oscura, que mantiene ese sentimiento de opresión de no saber si vas a cruzarte a otros jugadores que van a tratar de acabar contigo.
Massive Games es el primer estudio en brindarnos una experiencia dentro del género de los Looter Shooters que no se siente mediocre, y no veo la hora de seguir recorriendo las calles de Washington D.C. encontrando sus secretos y trabajando junto a colegas para superar las fortalezas. Con un mapa de contenido para este primer año de juego, y una base tan sólida, no me sorprendería si The Division 2 se vuelve en el nuevo exponente del género.
Gastón Morales