Cuando Ray Muzyka y Greg Zeschuk se juntaron para formar BioWare, se propusieron cambiar al mundo, o por lo menos así me gusta verlo. Este estudio, oriundo de Edmonton en Canadá, nació a mediados de los noventa, una de las décadas mas radicales para la industria, y cambió el género de los juegos de rol occidentales.
La aparición de BioWare fue disruptiva, así como Half-Life elevó el nivel de narrativa, BioWare lo llevé a un punto inesperado, con mundos pensados hasta el mas mínimo detalle, personajes complejos y relaciones entre ellos que nos vieron encariñarnos con unos, y odiar otros. BioWare no solo había logrado acortar la brecha entre los mundos del cine y la literatura, sino que había logrado hacerlo sin perder la noción de que había que poner un buen juego como hilo conductor.
Sus trabajos los vieron pasar de Baldurs Gate a Star Wars: Knights of the Old Republic – considerado por fanáticos como el mejor juego de la saga de Lucas -. Su aprendizaje con Star Wars los llevó a planear su propia odisea espacial, en lo que terminó siendo su magnum opus, Mass Effect. Una culminación al trayecto de varios años, un matrimonio ideal entre narración y jugabilidad, con historias que se expandieron a lo largo de tres títulos.
Cuando BioWare anunció Anthem, todos pensamos en que esta sería la oportunidad de ver a un género nuevo, el del Looter Shooter, bajo un espectro mas maduro, que BioWare nos sorprendería con este juego, como lo hizo con sus anteriores títulos, que el Mass Effect Andromeda había sido solo un tropiezo, causado por un pequeño presupuesto, y un proyecto demasiado grande para un equipo pequeño. Lamentablemente, estábamos equivocados.
Anthem es, sin lugar a dudas una propuesta que aparenta ser única, un Looter Shooter de mundo “abierto” donde podremos explorar el territorio de una forma novedosa, a bordo de increíbles Alabardas que puede no solo usar habilidades especiales para decimar enemigos, sino que también volar con casi completa libertad.
Lamentablemente las promesas de aquellos entrañables videos de E3 no llegaron, y mucho de lo que se prometió, se perdió en el camino. En este caso no estamos hablando de una reducción visual, sino que de cambios en la historia y dinámica de juego. Similar a lo que pasó con Destiny, pero cinco años después.
El juego de BioWare se siente como un accidente de tren en cámara lenta. Por momentos no sabemos si llorar o sorprendernos ante tamaño espectáculo que sucede delante nuestro. Anthem es un juego roto, casi por donde se lo mire, vamos a notar problemas en el mismo. Y de no ser por el Apex Legends, esto parecería ser la nueva media de EA, con juegos como el Battlefield V que salen en un estado mas similar al Early Access de Steam, que a un título de $60 dólares tradicional. Con Battlefield V, muchos de los problemas que uno encontraba eran apaleados por un exquisito gameplay, que volvía a las raíces de la saga, a esos años de Bad Company 2. Pero en Anthem, no hay ni un ápice de eso, y es en gran parte, inferior en casi todo aspecto al Mass Effect Andromeda, juego que había demostrado un gran talento a la hora de diseñar un sistema de combate entretenido.
La promesa de Anthem, era la de mezclar la historia de un RPG típico, con la de un juego enfocado en las recompensas como Diablo, sin embargo los resultados son mixtos, generalmente tirando a malos. El punto principal de la historia es el Fuerte Tarsis, donde podremos explorar la zona y hablar con algunos de los residentes del mismo. Cada tanto tendremos para tomar decisiones, pero estas se separan casi siempre en A y B, con prácticamente nula diferencia en el resultado, y mucho menos en el grueso de la trama. A diferencia de juegos como Mass Effect, cualquier decisión que tomemos conlleva cero compromiso, y no afecta en lo mas mínimo a la historia.
Para colmo, si bien algunos personas como Dax son interesantes, la mayoría no tiene nada importante que decir, o solo está para repetir cosas que ya sabemos. Esto sumado al poco desarrollo de los personajes principales en la historia llevan a que esta, sea la peor trama que BioWare nos ha dado en su historia, y lejos de lo que se prometía. Aún si estamos hablando de una historia mejor que la de juegos como Destiny en su lanzamiento, hay que recordar que el juego de Bungie evolucionó, y para la salida de Forsaken el pasado año, la calidad del contenido narrativo ya está mucho mas avanzada que lo que BioWare logró acá. Ni hablar de meter juegos como Diablo.
Los problemas de Anthem no terminan allá, y se extienden al juego en sí. De problemas con las recompensas, a problemas con el sistema para juntarte con otra gente, pasando por cientos de errores varios de todo tipo, que van desde la desaparición de modificaciones cosméticas a la Alabarda, a ausencia de audios, parciales o completas y enemigos que desaparecen de golpe. Sumados a los problemas de latencia que tiene, la lista es demasiado grande para enumerar. Por suerte, el mayor de ellos, y la razón por la que tuve que retrasar la reseña, ya estaría resuelto. Este, el mayor de los bugs que conocí en mi carrera, forzaba a las PlayStation 4 a apagarse a la fuerza, resultando en tener que restaurar el HDD. Esto como sabemos puede dañar el disco y llegar a inutilizar el mismo. EA y PlayStation revisaron todos los casos, y si bien no encontraron consolas arruinadas, el riesgo estuvo y que haya llegado a un juego de este calibre es inaudito.
El gameplay de Anthem se centra en el uso de las Alabardas, estos exotrajes vienen a representar las clases que uno elegiría en cualquier otro título. Al momento de esta review, hay 4 Alabardas para usar, pero BioWare dijo que podrían llegar mas en el futuro. Cada una ofrece un estilo de juego diferente, del Colossus que tiene una enorme cantidad de vida y puede poner un escudo al poderoso Storm, que cual hechicero puede hacer uso de diferentes elementos para destruir a sus enemigos.
Cada Alabarda tiene acceso a una habilidad Super, y dos juegos de habilidades que se activan con un botón. Las habilidades para equipar son importantes, ya que activan el sistema de combos. Lamentablemente es muy posible que muchos se pierdan este apartado ya que el juego no explica cómo funcionan las mecánicas para activarlos y detonarlos. Las Alabardas también pueden personalizarse con modificaciones varias, las cuales se van destrabando a medida que subimos de nivel. Mas modificaciones, mas opciones de personalización en el tipo de estilo de juego que queremos lograr. Lamentablemente, al igual que con las armas, las cuales son todas iguales sacando por el color de la rareza, las habilidades en general no gozan del espectáculo y personalidad que tienen en otros juegos del estilo.
Anthem es un juego que podría ser brillante, pero lamentablemente está atrapado en decisiones de sus desarrolladores que se lo impiden. Sacando el asunto de los bugs, y la pobre estructura narrativa del juego, y el ausente valor de su “endgame”, Anthem podría ofrecer una experiencia única y entretenida, pero decisiones como las de dar el loot a cuenta gotas, y poner un timer al modo de vuelo tan corto, forzando a uno a tener que buscar formas de extenderlo mediante las mecánicas de enfriamiento, hacen que cada vez que encontremos algo divertido, lo perdamos al instante por otras 10 cosas que funcionan en su detrimento. Como si esto fuera poco, ya van 2 veces que el juego empieza a entregar mas loot del normal, y BioWare da marcha atrás acusando que esto fue un bug. Si la diversión de tus jugadores es un bug, entonces estamos planteando mal el escenario.
Anthem es un juego atrapado en los errores de sus competidores, errores que se cometieron en algunos casos hace mas de 6 años atrás. Cuando tenés a desarrolladores senior de Blizzard, ofreciéndote ayuda en Reddit, es porque las cosas no andan bien. Esperemos que en los meses siguientes, el estudio de Canadá demuestre sus raíces, esa intención de revolucionar la industria, que aprenda de la competencia, de no limitar a sus usuarios sino de brindarles mas contenido, mas diversión, y mas motivos para volver al juego. Y si todo esto se cumple, puede que ahí, podamos ver un poco de esa visión inicial, de esa promesa de BioWare, con la que buscaba revolucionar nuevamente la industria. Hasta ese entonces, el tiempo apremia, y hay muchos otros juegos que ya están haciendo las cosas bien, como para comprometerse con otro "Early Access".
Gastón Morales