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Review - Tom Clancy's Ghost Recon Breakpoint

Una experiencia olvidable en un juego que pareciera ni respetarse a sí mismo.
Review - Tom Clancy's Ghost Recon Breakpoint
Viernes 15 de Noviembre de 2019

No hay forma de aderezar la realidad, y este es el caso del Tom Clancy’s Ghost Recon Breakpoint, una secuela espiritual al Ghost Recon Wildlands, juego que intentó hacer cosas nuevas para la franquicia, pero no logró ninguna, pero que se ganó varios fanáticos por el esfuerzo de los desarrolladores para ir ampliando la experiencia.

Breakpoint es, en pocas palabras, un desastre. Un juego que sorprende, no por tener grandes problemas, miles de bugs o elementos frustrantes, sino porque parece un producto carente de personalidad, individualidad, y mas una palanca para forzar una cantidad absurda de microtransacciones sobre los usuarios. Donde Wildlands cuando menos intentó crear algo diferente para la saga, Breakpoint parece simplemente querer cumplir con una lista de intereses “marketineros”

La saga Ghost Recon ha pasado por grandes cambios, y tras insultar a todo el pueblo de Bolivia con Wildlands, uno pensaría que habría mejoras. Ubisoft nos ha dado razones para creerlo, con varios casos de redención bajo su cinturón, como For Honor, The Division y el Rainbow Six Siege, juego que cuenta con miles de jugadores y torneos por todo el mundo, donde América Latina incluso tiene un rol importante. Breakpoint sin embargo, a pesar de todo lo que se le criticó al Wildlands, no parece haber aprendido nada, y peor aún, en muchos casos empeoró la experiencia.

Algo se puede decir cuando una empresa es capaz de sacar en el mismo año un juego del nivel del The Division 2, inspirado en la misma propiedad, y meses después sufrir tremendo accidente con otro juego, similar en estructura, pero peor en casi todo aspecto.

La historia en esta ocasión, y después de los problemas con el gobierno de Bolivia, nos pone al mando de un Ghost – que podremos elegir al principio del juego – que es enviado junto a su escuadrón a investigar una isla, donde un carguero desapareció hace unos días. La isla está controlada por un empresario de la tecnología, una suerte de fusión entre Jeff Bezos y Elon Musk, donde sus empleados pueden hacer toda una vida en la misma, gracias a los avances tecnológicos obtenidos.

La misión rápidamente encuentra su primer obstáculo, y es derribada por un arma desconocida. Los sobrevivientes son luego ejecutados por Walker, un ex Ghost interpretado por John Bernthal – Punisher en las series de Marvel de Netflix – que lidera una milicia en la isla, bajo un puño de hierro.

Breakpoint hace en un principio una decisión interesante, que lamentablemente no perdura en el juego, y es que al elegir a nuestro personaje, no solo tendremos un aspecto visual, sino también una historia de fondo y un nombre, que otros personajes van a pronunciar, mucho mas inmersivo que lo que pasaba en Wildlands donde nuestros personajes eran genéricos en tema historia y nombre.

El resto de la trama es genérica, donde el gobierno de los Estados Unidos es bueno, pero tiene unas manchas y el resto son los enemigos. Si bien en un principio uno pensaría que por ser Tom Clancy la historia tendría sus artilugios para darnos vuelta el mundo, ese tipo de narrativas no aparecen, y pareciera que no las veremos mas, en este tiempo en el que las empresas buscan no molestar a nadie haciendo comentarios sociales mas fuertes del “nuestro lado es el bueno, pero tiene muy pocas manzanas podridas”.

Tom Clancy’s Ghost Recon Breakpoint es un juego, y eso es lo mejor que puedo decir. Definitivamente es jugable, no tiene muchos bugs, en lo que pude disfrutar, pero tampoco tiene mucho esfuerzo puesto encima. Algunos elementos han mejorado sobre Wildlands, disparar se siente un tanto mejor, pero la conducción casi que no recibió cambios, el sistema de físicas es cuando menos de hace dos generaciones y la navegación en el mundo no es del todo sencilla. Para colmo muchas cosas están escondidas tras una pésima Interfaz que nos obliga a pasar varias pantallas para equipar o modificar algo, e incluso para elegir una misión, al punto que muchas veces es difícil saber si equipaste bien las armas, habilidades y armaduras o no.

El equipo detrás del juego definitivamente buscó imitar a Destiny, en varios aspectos nuevamente, en especial porque la forma en la que manejamos los menúes ahora son prácticamente iguales a la que Bungie creó. Pero donde la Interfaz de Destiny es cómoda y sencilla de entender, la de Breakpoint es un mar de opciones y nombres y sub menúes que hacen que todo sea en extremo complicado y molesto.

A esto se le suma uno de los mercados de microtransacciones mas abusivos que he visto en mucho tiempo. No solo tenemos las clásicas cosas cosméticas, sino que todo lo del juego, materiales, armas, armaduras y habilidades pueden ser compradas con plata real. Hay un dicho entre los que escribimos de juegos, y es que si ponés este tipo de opciones de pago con plata real, el mensaje que le das al público, es que tu juego no vale la pena de ser jugado para obtener lo mismo de forma orgánica.

Cortita y al pie

Este no es un juego malo, pero es un juego que no consigue ninguna respuesta de parte del jugador. Uno va a poder entrar, disparar un rato, hacer alguna que otra misión secundaria, apagar el juego y olvidarse por completo del mismo al día siguiente. Ubisoft tiene una historia de levantar fracasos enormes, y prometieron trabajar en Breakpoint, pero por el momento, lo mejor es dejar pasar tiempo, y ver qué pasa, porque lo que tenemos hoy, no vale la inversión cuando The Division 2 sigue dando de qué hablar.

Gastón Morales