Domingo 16 de Septiembre de 2018
El martes 11 de septiembre del año en curso, se trató en la comisión de deportes de la legislatura un proyecto de ley que buscó regular la actividad de los deportes electrónicos en Argentina. La iniciativa del proyecto fué presentada por la Asociación Argentina de Deportes Electrónicos (AADE), por parte de su presidente Luis Regalini, en colaboración con el investigador del CONICET Julian Kopp, entre los diputados presentes destacaron Daniel Scioli y Facundo Moyano.
Frente a esta situación, Nicolás Honeker en su carácter de secretario general de la Asociación de Deportes Electrónicos y Videojuegos de Argentina (DEVA) expuso la posición en contra del proyecto de ley en comunicados institucionales, horas antes de la Audiencia, mencionado que el mismo fue elaborado y redactado de manera unilateral y arbitraria, sin contar con el consenso de la comunidad que día a día construye la escena de los esports en la Argentina, compuesta por distintas organizaciones sin fines de lucro, numerosos equipos, organizadores de eventos, casters, streamers, etc. El borrador de dicho Proyecto fue mantenido en un halo de falta total de transparencia por parte de la Asociación Civil que lo presentó (AADE), tratándose que la discusión sobre la legislación se dió en una cámara que promueve la participación ciudadana para discutir temas de interés general que podrían ser legislados próximamente en el recinto. Entre las organizaciones sin fines de lucro, DEVA fué la primera en levantar la voz en contra de este proyecto, demostrando ser la única organización en contra de esta iniciativa legislativa.
El proyecto de ley contuvo algunos artículos que han generado malestar y rechazo en la comunidad gamer, entre los más importantes en discordia nos encontramos con el Art. N° 4 que dejaba fuera de órbita la consideración de deporte electrónico a los juegos de First Person Shooter (FPS) que grandes logros han alcanzado los equipos competitivos de nuestro país a nivel internacional. Por otro lado, el Art. N° 3 limitaba a considerarse deporte electrónico a los distintos juegos que produzcan imágenes de furia, agresión o crueldad; asociándose posibles causantes de actos de violencia por parte de los usuarios, cuando dicha suposición no ha sido demostrada científicamente hasta el momento. Durante la sesión en comisión de diputados, DEVA se refirió a esto mediante su rechazó, exponiendo que no se puede realizar una enumeración que exima a determinados videojuegos a ser considerados deportes electrónicos; en el entendimiento de que la Argentina no posee un Organismo que cuente con competencia para clasificar el contenido de los videojuegos. A su vez, una enumeración taxativa de géneros haría improcedente que, a posteriori, se puedan sumar otros géneros restringiendo así la posibilidad de progreso y desarrollo de la actividad.
Lo que se creía iba a ser un avance para los eSport, terminó siendo una situación poco democrática, mientras el proyecto se discutía mediante la única voz de AADE, otras voces como es el caso de DEVA, jugadores, equipos, organizaciones dedicadas al gaming, intentaban hacerse escuchar cuando no habían sido citados para exponer sus posturas. Fuera del recinto, la comunidad de los deportes electrónicos hizo oír su disconformidad en las redes sociales, alcanzando el trend topic en twitter mediante el hashtag #NoAlProyectoDeEsportsAADE
De manera imprevista, la comunidad gamer, los medios especializados, los equipos competitivos y DEVA lograron postergar el dictamen en la comisión de deportes, permitiendo que se postergue, para una fecha hasta ahora desconocida, la discusión del proyecto de ley.
Frente a esta situación, Nicolás Honeker en su carácter de secretario general de la Asociación de Deportes Electrónicos y Videojuegos de Argentina (DEVA) expuso la posición en contra del proyecto de ley en comunicados institucionales, horas antes de la Audiencia, mencionado que el mismo fue elaborado y redactado de manera unilateral y arbitraria, sin contar con el consenso de la comunidad que día a día construye la escena de los esports en la Argentina, compuesta por distintas organizaciones sin fines de lucro, numerosos equipos, organizadores de eventos, casters, streamers, etc. El borrador de dicho Proyecto fue mantenido en un halo de falta total de transparencia por parte de la Asociación Civil que lo presentó (AADE), tratándose que la discusión sobre la legislación se dió en una cámara que promueve la participación ciudadana para discutir temas de interés general que podrían ser legislados próximamente en el recinto. Entre las organizaciones sin fines de lucro, DEVA fué la primera en levantar la voz en contra de este proyecto, demostrando ser la única organización en contra de esta iniciativa legislativa.
El proyecto de ley contuvo algunos artículos que han generado malestar y rechazo en la comunidad gamer, entre los más importantes en discordia nos encontramos con el Art. N° 4 que dejaba fuera de órbita la consideración de deporte electrónico a los juegos de First Person Shooter (FPS) que grandes logros han alcanzado los equipos competitivos de nuestro país a nivel internacional. Por otro lado, el Art. N° 3 limitaba a considerarse deporte electrónico a los distintos juegos que produzcan imágenes de furia, agresión o crueldad; asociándose posibles causantes de actos de violencia por parte de los usuarios, cuando dicha suposición no ha sido demostrada científicamente hasta el momento. Durante la sesión en comisión de diputados, DEVA se refirió a esto mediante su rechazó, exponiendo que no se puede realizar una enumeración que exima a determinados videojuegos a ser considerados deportes electrónicos; en el entendimiento de que la Argentina no posee un Organismo que cuente con competencia para clasificar el contenido de los videojuegos. A su vez, una enumeración taxativa de géneros haría improcedente que, a posteriori, se puedan sumar otros géneros restringiendo así la posibilidad de progreso y desarrollo de la actividad.
Lo que se creía iba a ser un avance para los eSport, terminó siendo una situación poco democrática, mientras el proyecto se discutía mediante la única voz de AADE, otras voces como es el caso de DEVA, jugadores, equipos, organizaciones dedicadas al gaming, intentaban hacerse escuchar cuando no habían sido citados para exponer sus posturas. Fuera del recinto, la comunidad de los deportes electrónicos hizo oír su disconformidad en las redes sociales, alcanzando el trend topic en twitter mediante el hashtag #NoAlProyectoDeEsportsAADE
De manera imprevista, la comunidad gamer, los medios especializados, los equipos competitivos y DEVA lograron postergar el dictamen en la comisión de deportes, permitiendo que se postergue, para una fecha hasta ahora desconocida, la discusión del proyecto de ley.