El Barcelona sigue adelante con sus planes de volver al Camp Nou y trata de reducir el impacto del retraso en las reformas. El club ha iniciado el proceso de plantación de nuevo césped, que debería durar alrededor de 10 semanas, además de limpiar el campo y publicar imágenes de los trabajos en curso.

Inicialmente se esperaba que el estadio reabriera a finales de 2024 con un partido inaugural. Sin embargo, el cronograma se ha ajustado y ahora el regreso al sitio debería producirse entre septiembre y noviembre de 2025. En esta primera etapa se terminarán los dos primeros niveles, mientras que el tercer y último piso permanecerá en construcción por un periodo más largo.


Con el retraso en la reforma, el Barça ha registrado menores ingresos y uno de los motivos es la caída en la venta de entradas, ya que el aforo del Estadio Olímpico Lluís Companys, donde actualmente juega sus partidos, es inferior al del Camp Nou. Además, la asociación tiene que asumir los costes de utilización del recinto, lo que repercute en sus finanzas.

Las obras comenzaron el 1 de junio de 2023 y se espera que el estadio esté completamente terminado en 2026. La capacidad se incrementará de 99.000 a 110.000 espectadores, con tres pantallas suspendidas y una plataforma de observación en la azotea, que será la más grande en un estadio de fútbol en Europa.


La reapertura parcial, prevista para 2025, tendrá una audiencia de aproximadamente 62 mil personas, muy por debajo del total esperado cuando concluya la modernización. La directiva catalana ha anunciado recientemente la recaudación de 100 millones de euros por la venta de los futuros palcos VIP de su sede .