Miércoles 29 de Mayo de 2024
El Stade Brestois, con apenas 30 millones de cifra de negocio (al margen quedan los 20 millones extra de CVC), consiguió una plaza para la próxima Champions League. Sólo lo superaron el PSG y el Mónaco, con una facturación ordinaria de 606 millones y 68 millones de euros, respectivamente, en 2022-2023.
Su historia tiene otras particularidades, como que hace 20 años competía en categorías fuera del fútbol profesional. Antes, en 1991, y siendo un fijo en Ligue 1, se declaró en quiebra tras acumular importantes deudas que forzaron su descenso administrativo. Más de una década estuvo en el fútbol amateur, y hasta 2019-2020 no se volvió a consolidar en Primera División, aunque siempre acabando en la segunda mitad de la tabla.
Sólo por haberse clasificado a la fase de grupos de la renovada Champions League percibirá más de 50 millones de euros, atendiendo a los repartos de las últimas temporadas a clubes de su liga, como el Olympique de Marsella, que quedó último de su grupo en 2022-2023.
Es decir, jugar en Europa le permitirá duplicar su presupuesto, y seguro tendrá mejoras de contratos de patrocinios y mejoras en las entradas y los abonos. Hasta ahora, la mitad de su cifra de negocio la viene aportando la televisión, con 15,6 millones en 2022-2023. Un tercio lo genera vía patrocinios y comercial, con 10,4 millones en el último ejercicio, y el 14% restante proviene del matchday, por donde facturó 4,3 millones de euros la pasada temporada.
Entre el resto de ingresos, destacan los 16,5 millones anuales que le inyectó CVC en las dos últimas campañas como parte del acuerdo macro que firmó en 2022 la LFP con el fondo de inversión. De los 1.500 millones del contrato, el Stade Brestois se queda lejos de los 200 millones del PSG o de los 90 millones del Olympique de Marsella y Olympique de Lyon, estos dos últimos clubes, que quedaron por detrás suyo en la clasificación.
“A diferencia de años anteriores, no tendremos que vender futbolistas”, explicó tras el acuerdo con CVC el director general del club, Pascal Robert. En este sentido, el club es muy sostenible. Alterna ejercicios en positivo con otros en pérdidas, pero desde que está de vuelta en Ligue 1 consiguió un beneficio neto agregado de casi 6 millones de euros en el ciclo 2019-2023. El ejercicio que más problemas tuvo fue el de la pandemia, en el que los 4 millones que no pudo generar por matchday (al estar cerrados los estadios) le generaron unas pérdidas con casi mismo importe.
El club deberá mudarse al estadio del EA Guingamp, ya que el Francis-Le Blé, con capacidad para 15.220 espectadores, tiene, principalmente, gradas retráctiles. Por lo tanto, el aforo que le permite Uefa para jugar en su casa la Champions es de apenas 5.000 asientos.
Ahora, y tras alcanzar la Champions, el Stade Brestois aceleró el proyecto de construir un nuevo estadio. Es algo en lo que ya venía trabajando previamente, pero su presencia en Europa lo ha impulsado nuevamente. El club ya tiene naming rights para el Arkéa Park, que llevará el nombre del banco regional y se estima que cueste 106,5 millones. Las obras arrancarán en 2025 y se inaugurará en 2027.
Su historia tiene otras particularidades, como que hace 20 años competía en categorías fuera del fútbol profesional. Antes, en 1991, y siendo un fijo en Ligue 1, se declaró en quiebra tras acumular importantes deudas que forzaron su descenso administrativo. Más de una década estuvo en el fútbol amateur, y hasta 2019-2020 no se volvió a consolidar en Primera División, aunque siempre acabando en la segunda mitad de la tabla.
Sólo por haberse clasificado a la fase de grupos de la renovada Champions League percibirá más de 50 millones de euros, atendiendo a los repartos de las últimas temporadas a clubes de su liga, como el Olympique de Marsella, que quedó último de su grupo en 2022-2023.
Es decir, jugar en Europa le permitirá duplicar su presupuesto, y seguro tendrá mejoras de contratos de patrocinios y mejoras en las entradas y los abonos. Hasta ahora, la mitad de su cifra de negocio la viene aportando la televisión, con 15,6 millones en 2022-2023. Un tercio lo genera vía patrocinios y comercial, con 10,4 millones en el último ejercicio, y el 14% restante proviene del matchday, por donde facturó 4,3 millones de euros la pasada temporada.
Entre el resto de ingresos, destacan los 16,5 millones anuales que le inyectó CVC en las dos últimas campañas como parte del acuerdo macro que firmó en 2022 la LFP con el fondo de inversión. De los 1.500 millones del contrato, el Stade Brestois se queda lejos de los 200 millones del PSG o de los 90 millones del Olympique de Marsella y Olympique de Lyon, estos dos últimos clubes, que quedaron por detrás suyo en la clasificación.
“A diferencia de años anteriores, no tendremos que vender futbolistas”, explicó tras el acuerdo con CVC el director general del club, Pascal Robert. En este sentido, el club es muy sostenible. Alterna ejercicios en positivo con otros en pérdidas, pero desde que está de vuelta en Ligue 1 consiguió un beneficio neto agregado de casi 6 millones de euros en el ciclo 2019-2023. El ejercicio que más problemas tuvo fue el de la pandemia, en el que los 4 millones que no pudo generar por matchday (al estar cerrados los estadios) le generaron unas pérdidas con casi mismo importe.
El club deberá mudarse al estadio del EA Guingamp, ya que el Francis-Le Blé, con capacidad para 15.220 espectadores, tiene, principalmente, gradas retráctiles. Por lo tanto, el aforo que le permite Uefa para jugar en su casa la Champions es de apenas 5.000 asientos.
Ahora, y tras alcanzar la Champions, el Stade Brestois aceleró el proyecto de construir un nuevo estadio. Es algo en lo que ya venía trabajando previamente, pero su presencia en Europa lo ha impulsado nuevamente. El club ya tiene naming rights para el Arkéa Park, que llevará el nombre del banco regional y se estima que cueste 106,5 millones. Las obras arrancarán en 2025 y se inaugurará en 2027.
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