Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, uno de los clubes más poderosos del mundo, se está planteando un nuevo modelo de gestión.

Este domingo, la Casa Blanca celebrará una nueva Asamblea de socios. Allí, además de presentarse el balance anual y el presupuesto de la temporada, se pondrá sobre la mesa este posible cambio, que podría transformar el estatus de los socios actuales e impactaría significativamente en la forma en la que se gestiona el club.


Florentino viene trabajando esta idea junto con dos empresas de suma confianza para él: el despacho de abogados Clifford Chance y el banco de inversión Key Capital. Esta alianza tiene como objetivo implementar el cambio de una manera legal y viable económicamente.

Lo que busca el presidente del Real Madrid es que los socios dejen de tener la figura que poseen actualmente y que pasen a ser accionistas. No obstante, el planteamiento está lejos de ser una conversión a una SAD. Las acciones adquiridas por los asociados no podrán ser comercializadas ni vendidas a terceros, sino que únicamente podrán ser transmitidas dentro del ámbito familiar. Esto garantizaría que el patrimonio del club no sea controlado por personas ajenas a la institución y sus valores.



Según explica el mandatario, el modelo tradicional del Madrid ya no es suficiente para competir a ese nivel. Por eso, él cree que la institución necesita adoptar nuevas medidas para defender su enorme patrimonio y tener la capacidad de competirles de igual a igual a estas nuevas amenazas.

Este proyecto de transformación provoca cierta incomodidad en los sectores de socios más tradicionales, que temen que esta conversión de su estatus derive en una posterior privatización del club. La dirigencia insiste en que esto no pasará y que el club seguirá gestionando su patrimonio sin influencias externas. La Asamblea de este domingo será clave para el futuro de una de las instituciones más importantes del mundo.