Miércoles 3 de Julio de 2024
Si bien los estadios de Estados Unidos son enormes y tienen una gran capacidad, han sido criticados tanto por los fanáticos como por los jugadores por el mal estado del campo de juego y sus medidas pequeñas.
La Copa América se está disputando en campos de juego con las medidas mínimas permitidas por Conmebol, que son 100 metros de largo por 64 de ancho. Esto se debe a que de los 14 estadios, 10 albergan partidos de fútbol americano, en los que el campo de juego es de 110 metros de largo por 49 de ancho. Por eso es muy complicado agrandar sus medidas, ya que en muchos no hay espacio físico para hacerlo. Los estadios que sí poseen el tamaño ideal, debieron achicarse para igualar al resto.
Esta situación favorece a dos estilos de equipos: quienes se retrasan para defender su área y quienes presionan con intensidad, ya que en un campo de juego más estrecho, hay menos espacio para el rival. Se notó a lo largo de la competición que los jugadores no están acostumbrados. Se vio en ocasiones que se pasan de potencia a la hora de ejecutar córners o tiros libres y los arqueros han lanzado muchos contraataques sacando con los pies desde su propia área.
Para la Copa del Mundo del 2026, la historia será distinta. Todos las sedes deberán respetar las normas de la FIFA, que exigen una superficie de juego de 105 metros de largo por 68 de ancho. En algunos estadios hasta se deberán realizar obras millonarias para quitar las primeras filas de asientos y agrandar el terreno.
Dorival Junior, director técnico de Brasil, expresó: “Me gustaría llamar la atención sobre el tamaño de los campos. Significará que los partidos serán más disputados. Un equipo que defiende su propia área podrá salir al contraataque y llegar a la mitad de ataque mucho más rápido. Vale la pena pensar en eso”.
La Copa América se está disputando en campos de juego con las medidas mínimas permitidas por Conmebol, que son 100 metros de largo por 64 de ancho. Esto se debe a que de los 14 estadios, 10 albergan partidos de fútbol americano, en los que el campo de juego es de 110 metros de largo por 49 de ancho. Por eso es muy complicado agrandar sus medidas, ya que en muchos no hay espacio físico para hacerlo. Los estadios que sí poseen el tamaño ideal, debieron achicarse para igualar al resto.
Esta situación favorece a dos estilos de equipos: quienes se retrasan para defender su área y quienes presionan con intensidad, ya que en un campo de juego más estrecho, hay menos espacio para el rival. Se notó a lo largo de la competición que los jugadores no están acostumbrados. Se vio en ocasiones que se pasan de potencia a la hora de ejecutar córners o tiros libres y los arqueros han lanzado muchos contraataques sacando con los pies desde su propia área.
Para la Copa del Mundo del 2026, la historia será distinta. Todos las sedes deberán respetar las normas de la FIFA, que exigen una superficie de juego de 105 metros de largo por 68 de ancho. En algunos estadios hasta se deberán realizar obras millonarias para quitar las primeras filas de asientos y agrandar el terreno.
Dorival Junior, director técnico de Brasil, expresó: “Me gustaría llamar la atención sobre el tamaño de los campos. Significará que los partidos serán más disputados. Un equipo que defiende su propia área podrá salir al contraataque y llegar a la mitad de ataque mucho más rápido. Vale la pena pensar en eso”.