Viernes 20 de Diciembre de 2024
Benito Villamarín, estadio del Real Betis, sufrirá una renovación completa al final de la temporada 2024/25. El proyecto supone el derribo total de la estructura original, construida en 1929. El estadio es el único que conserva las modificaciones realizadas en España con motivo del Mundial de 1982.
Con la renovación, el club sevillano construirá un nuevo estadio moderno, con cobertura y mayores zonas de ocio. Además de mejorar la experiencia de los hinchas, la iniciativa pretende generar nuevas fuentes de ingresos para el Betis, ampliando las posibilidades de uso del estadio más allá de los partidos de fútbol.
El nuevo Benito Villamarín estará diseñado para albergar grandes eventos, como conciertos, pero con algunas restricciones. Estos espectáculos se limitarán a dos o tres ediciones al año, siempre fuera de los periodos de competición, para evitar daños en el terreno de juego y garantizar la calidad de la experiencia de los hinchas.
A pesar de las reformas, el moderno Benito Villamarín mantendrá una capacidad total de 60.000 aficionados. El estadio se adaptará a los estándares de seguridad vigentes en España, ofreciendo zonas de menor riesgo en caso de emergencia. Entre las mejoras, habrá más opciones de evacuación, con espacios sin vallas y estructuras que garantizarán la salida de los aficionados de manera organizada.
Una de las principales novedades será la ampliación de las zonas VIP, con 3.600 nuevas plazas. Se espera que estos asientos generen entre el 20% y el 25% de los ingresos del estadio, lo que permitirá que el resto de las entradas sigan siendo más asequibles para el público en general. La renovación incluirá también la instalación de un nuevo techo para las gradas, aunque sin opción retráctil y sin cubrir el terreno de juego.
Con la renovación, el club sevillano construirá un nuevo estadio moderno, con cobertura y mayores zonas de ocio. Además de mejorar la experiencia de los hinchas, la iniciativa pretende generar nuevas fuentes de ingresos para el Betis, ampliando las posibilidades de uso del estadio más allá de los partidos de fútbol.
El nuevo Benito Villamarín estará diseñado para albergar grandes eventos, como conciertos, pero con algunas restricciones. Estos espectáculos se limitarán a dos o tres ediciones al año, siempre fuera de los periodos de competición, para evitar daños en el terreno de juego y garantizar la calidad de la experiencia de los hinchas.
A pesar de las reformas, el moderno Benito Villamarín mantendrá una capacidad total de 60.000 aficionados. El estadio se adaptará a los estándares de seguridad vigentes en España, ofreciendo zonas de menor riesgo en caso de emergencia. Entre las mejoras, habrá más opciones de evacuación, con espacios sin vallas y estructuras que garantizarán la salida de los aficionados de manera organizada.
Una de las principales novedades será la ampliación de las zonas VIP, con 3.600 nuevas plazas. Se espera que estos asientos generen entre el 20% y el 25% de los ingresos del estadio, lo que permitirá que el resto de las entradas sigan siendo más asequibles para el público en general. La renovación incluirá también la instalación de un nuevo techo para las gradas, aunque sin opción retráctil y sin cubrir el terreno de juego.