El Bologna no tenía una alegría futbolística como la de esta temporada desde los años 60, cuando levantó su último Scudetto. Hoy, con la obtención del pase para la Champions League 2024-2025, deja atrás la que hasta ahora era su mejor clasificación: un quinto lugar en la 80-81.
Pero como en casi todo club que aparece nuevo en la cumbre del fútbol, detrás de este proyecto hay una persona que arriesga buena parte de su patrimonio. El del Bologna es Giuseppe Joey Saputo. Compró el club en la Serie B por unos siete millones de euros en 2014, y en una década asumió otros 208,5 millones de euros en pérdidas para llevar al equipo a Europa.
Es canadiense de ascendencia italiana. Su empresa, el grupo Saputo, hoy es un gigante que factura 17.843 millones de dólares y que ganó 622 millones de dólares en 2023. Con parte de este patrimonio, Joey Saputo se lanzó al fútbol. Primero fue promotor de la franquicia CF Montreal, que compite en la MLS desde 2012.
Ya en el Bologna, Saputo fue sosteniendo al club en la parte media-baja de la tabla hasta que en 2022-2023 fichó a Thiago Motta y los resultados fueron llegando. En los despachos, el empresario norteamericano no buscó aumentar el presupuesto artificialmente aprovechando las numerosas marcas que están bajo el brazo de su compañía.đđđđđđđ, guarda il cielo: è pieno di đđđđđđ âšââš#UCL | #ForzaBFC #WeAreOne pic.twitter.com/hbMFBCq8kK
— Bologna FC 1909 (@Bolognafc1909) May 12, 2024
Aunque Saputo es el patrocinador principal del club, su aportación queda lejos de las de otros inversores en el Calcio. El área comercial aportaba un 25% de su negocio ordinario en 2022-2023, que alcanzó una cifra récord de 71,3 millones de euros. La televisión, con 47 millones de euros, supuso el 65%, mientras que los abonados y el matchday generaron 6,4 millones, un 9% del negocio. Sin embargo, sí hay que destacar que la pata de patrocinios y venta de merchandising es la que más viene creciendo en los últimos años, con 17,9 millones en la pasada temporada, un 39% más que en 2021-2022 y una mejora de casi el 60% respecto a hace sólo cinco temporadas.
Otras de las claves del Bologna de Saputo es su apuesta por los futbolistas jóvenes. Entró en Champions con un plantel con una edad media de 24,9 años. En este aspecto, la propiedad hizo un esfuerzo en los últimos años, en los que las amortizaciones por el fichaje de jugadores han crecido notablemente. Hoy esta cifra está consolidada por encima de los 30 millones, el doble que manejaba en 2017-2018.
De sus diez altas más caras, nueve se han hecho desde entonces y con talento de muchas nacionalidades, algo poco habitual todavía en el fútbol italiano. En sintonía con ello, el gasto en personal también creció, hasta los 69,1 millones de euros en 2022-2023, la cifra más alta de su historia. Dos años antes, desembolsaba 57,7 millones en nóminas.
Sin embargo, este plan trazado también se sostiene a través de las ventas. Igual que se destinó más dinero a incorporaciones, el club italiano generó 60 millones de euros en plusvalías por traspasos entre 2021 y 2023. Con una masa salarial de 95,5 millones de euros, a cierre de la pasada temporada, el club aterrizará en la Champions League siendo uno de los más humildes de las cinco grandes ligas.
Ya mirando a la 2024-2025, la clasificación para la Champions League le reportará más de 50 millones de euros vía Uefa, lo que le permitirá superar los 100 millones de negocio ordinario por primera vez en su historia.