La decimotercera fecha de la Premier League, disputada el pasado fin de semana, fue escenario de protestas de hinchas descontentos con los precios que cobran los clubes en relación con las entradas. En sus partidos de local, Manchester United, Manchester City, Liverpool y Everton vieron a sus hinchas reclamando cambios en el aumento en cuestión.

La Asociación de Aficionados al Fútbol (FSA), entidad que representa a los aficionados en Inglaterra y Gales, encabezó la protesta orquestada. La entidad creó la iniciativa #StopExploitingLoyalty (“Dejen de explotar la lealtad”), que ha cuestionado las cantidades que se cobran por asistir a los estadio.


Para dar margen al movimiento, una de las cargas se produjo en el derbi entre Liverpool y Manchester City, en Anfield, el domingo. Los rojos aumentaron el precio de las entradas un 2% para esta temporada, mientras que para los visitantes el incremento alcanzó el 5%.

Según la FSA, incluso después de cerrar acuerdos de la Premier League que aumentan sustancialmente sus ingresos, sólo un club no ha modificado el precio de las entradas para la temporada actual.