Fenway Sports Group hizo una inversión de 3.000 millones de dólares al PGA Tour. Este respaldo financiero proviene de Strategic Sports Group, una entidad liderada por el propietario del Liverpool. En dicha entidad también participan destacadas personalidades como Gerry Cardinale, fundador del fondo RedBird y propietario del Milan; Mark Attanasio, dueño de los Milwaukee Brewers; Marc Lasry, antiguo propietario de los Milwaukee Bucks; Wyc Grousbeck, propietario de los Boston Celtics; junto con otros directivos de franquicias estadounidenses.

Durante más de seis meses, el consorcio estuvo inmerso en negociaciones con el PGA. Estas conversaciones se llevaron a cabo de manera independiente a las que estaban en curso con Arabia Saudí para su colaboración con LIV Golf y el European Tour. El PGA Tour asegura que conservará el control y la mayoría accionarial, así como la predominancia en el consejo de administración. Además, mantendrá plena autoridad en la formulación de estrategias y operaciones relacionadas con la competición, así como en la supervisión de los activos comerciales.


La transacción evaluó la totalidad del circuito en 12.000 millones de dólares. El circuito ha ratificado que las conversaciones con Arabia Saudita continúan, destacando que este acuerdo no tiene ninguna conexión con la operación actual. Fenway, propietario del Liverpool y los Boston Red Sox, está encabezado por John Henry.

Un aspecto destacado del acuerdo es la forma en que buscan involucrar a los jugadores, especialmente en un momento en el que muchos han optado por unirse a LIV Golf debido a su propuesta económica más atractiva. Según los términos del nuevo acuerdo, los golfistas tendrían acceso conjunto a más de 1.500 millones de dólares en acciones de PGA TOUR Enterprises.

La asignación de este conjunto de acciones se llevará a cabo de manera progresiva, basándose en los logros deportivos individuales, así como en la participación y compromiso con los proyectos del circuito profesional. Además, los beneficiarios deberán ser miembros activos del circuito, una condición que actualmente excluye a aquellos a quienes se les retiró la membresía por unirse al torneo respaldado por Arabia Saudita.



“Al convertir a los miembros del PGA Tour en propietarios de su liga, fortalecemos la inversión colectiva de nuestros jugadores en el éxito del PGA TOUR. Los aficionados ganamos cuando todos trabajamos para ofrecer lo mejor en entretenimiento deportivo y devolver el foco en la increíble e inigualable atmósfera competitiva creada por nuestros jugadores, torneos y socios. Y asociarnos con SSG mejorará la capacidad de nuestra organización para hacer que el deporte sea más valioso para los jugadores, los torneos, los fanáticos y los socios”, declaró Jay Monahan, primer ejecutivo del campeonato.

Los representantes de los jugadores, mediante Patrick Cantlay, Peter Malnati, Adam Scott, Webb Simpson, Jordan Spieth y Tiger Woods, han comunicado que: “para nosotros era increíblemente importante crear oportunidades para que los jugadores de hoy y del futuro invirtieran más en su organización, tanto financiera como estratégicamente. Esto no sólo fortalece aún más al TOUR desde una perspectiva empresarial, sino que también anima a los jugadores a invertir plenamente en seguir ofreciendo (y mejorando aún más) lo mejor del golf a nuestros aficionados. Esperamos con ansias este próximo capítulo y un futuro aún mejor”.