¿Por qué Boca y River podrían cruzarse en la fase de grupos de la Copa Libertadores?
Esta Libertadores podría tener la particularidad de que haya superclásico en fase de grupos, ¿cuándo fue la última vez que pasó?
Miércoles 18 de Diciembre de 2024
Boca y River podrían encontrarse en la fase de grupos de la Copa Libertadores 2025. Esto se debe a que Boca deberá jugar el repechaje para ingresar a la zona de grupos de la Libertadores en febrero, y, en caso de entrar, iría al bombo 4 del sorteo de la fase de grupos, en el que los clubes pueden compartir grupo con clubes de su mismo país. El sorteo de la fase de grupos se realizará este jueves 19 de diciembre, y Boca ya conocerá a su rival de fase 2 de repechaje. En caso de avanzar, deberá jugar la fase 3, en la que si queda eliminado irá a Sudamericana.
La última vez que el Millonario y el Xeneize se vieron las caras en la fase de grupos de la Copa Libertadores fue en 1991. Los argentinos fueron los encargados de abrir el Grupo 1, que conformaban junto con Oriente Petrolero y Bolívar. Esa primera fecha dejó uno de los cruces más memorables de la historia reciente de los Boca-River. El equipo dirigido por Daniel Passarella, retirado hacía poco tiempo de la actividad profesional, se fue al entretiempo en La Bombonera 3-1 arriba, gracias a un doblete de Juan José Borrelli y otro de Gustavo Zapata. La mala noticia había sido la expulsión de Leonardo Astrada, que terminó por ser clave en el desarrollo del segundo tiempo. El elenco del Maestro Tabárez ponderó ese hombre más que tenía y se lo dio vuelta 4-3. Después de los tantos de Blas Giunta y Víctor Marchesini, un joven Diego Latorre sentenció la remontada con una tijera espectacular.
Bolivia fue un terreno hostil para las instituciones nacidas en la Ribera del Riachuelo, que consiguieron tres derrotas y un empate en el altiplano. Sin embargo, cuando jugaron de local, la situación cambió: River le ganó 1-0 a Bolívar y Boca le sacó un 0-0. En el segundo Superclásico del grupo, el Xeneize se impuso por 2-0 -doblete de Gabriel Omar Batistuta mediante- en el Monumental y quedó mejor posicionado para clasificar a los octavos de final. De todas formas, los cuatro equipos llegaron con chances matemáticas a la última fecha. Todavía eran épocas en las que los terceros pasaban de ronda, porque eran menos zonas. El Millonario ya le había ganado a Oriente Petrolero por 3-1, pero debía esperar a que la escuadra boliviana perdiera ante Boca. El empate lo condenaba a la eliminación y le daba el boleto al Verdolaga.La última vez que el Millonario y el Xeneize se vieron las caras en la fase de grupos de la Copa Libertadores fue en 1991. Los argentinos fueron los encargados de abrir el Grupo 1, que conformaban junto con Oriente Petrolero y Bolívar. Esa primera fecha dejó uno de los cruces más memorables de la historia reciente de los Boca-River. El equipo dirigido por Daniel Passarella, retirado hacía poco tiempo de la actividad profesional, se fue al entretiempo en La Bombonera 3-1 arriba, gracias a un doblete de Juan José Borrelli y otro de Gustavo Zapata. La mala noticia había sido la expulsión de Leonardo Astrada, que terminó por ser clave en el desarrollo del segundo tiempo. El elenco del Maestro Tabárez ponderó ese hombre más que tenía y se lo dio vuelta 4-3. Después de los tantos de Blas Giunta y Víctor Marchesini, un joven Diego Latorre sentenció la remontada con una tijera espectacular.
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El trámite del partido despertó sospechas de un arreglo previo. Los defensores tocaban con el arquero y dejaban correr el reloj sin ningún apuro. Los remates tenían como dirección ineludible las tribunas de La Bombonera. "Es la hora es la hora, es la hora de empatar, pongan huevo los xeneizes, que tenemos que empatar", cantaba La 12. "Si los delanteros de Boca no van a presionar, pueden seguir jugando hasta el martes...", comentaba Alejandro Fabbri, uno de los periodistas a cargo de la transmisión oficial. Los hinchas comenzaron a retirarse ocho minutos antes, con la certeza de que la igualdad y la tristeza del eterno rival eran inevitables. Finalmente, el árbitro uruguayo Ernesto Filippi decretó el final de un encuentro sin goles, pero con un manto de suspicacias que todavía se mantiene hasta hoy. River quedó afuera de la fase de grupos y Boca llegó hasta las semifinales, donde fue derrotado ante Colo-Colo en la escandalosa, y también recordada, Batalla de Macul.
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