El próximo miércoles, Boca tendrá una parada difícil ante Nacional de Potosí en Bolivia en lo que será su debut en la Copa Sudamericana. Si bien su rival boliviano no cuenta con jugadores de gran jerarquía, la mayor dificultad pasará por los 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar en donde se disputará el partido.

Para poder llegar a la ciudad de Potosí, el plantel Xeneize deberá tomarse un avión de línea hasta Sucre, ubicada a exactamente 158 kilómetros del estadio, ya que el aeropuerto no está operativo para vuelos comerciales. Sin embargo, el problema no estará únicamente en el viaje en sí: la delegación deberá dormir en hoteles separados, debido a que Sucre no tiene la suficiente capacidad hotelera para todos.

Sin embargo, lo más duro para el conjunto de Diego Martínez será la travesía desde la capital boliviana hasta Potosí. Para llegar hasta allí, el plantel deberá viajar en camionetas 4x4 ya que, al ser un camino sinuoso, en caso de hacerlo en ómnibus la travesía podría durar hasta seis o siete horas.


Por su parte, para la vuelta a la Argentina, la delegación Xeneize deberá viajar nuevamente de Potosí a Sucre en camionetas en horas de la madrugada, para luego pasar la noche allí nuevamente en dos hoteles separados. Recién el jueves a la mañana volverán a Buenos Aires, tras una verdadera odisea que, esperan, pueda coronarse con un triunfo.