El París Saint-Germain es conocido por desembolsar enormes sumas de dinero en compras y contratos, lo que ahora lo llevó al club francés a un conflicto con el Fair Play Financiero: tienen que reducir la masa salarial.
En este tipo de situaciones las opciones son prestar jugadores (y que el club de destino se haga cargo del sueldo o por lo menos una parte del mismo) o vender futbolistas. Sin embargo, el PSG no puede ceder jugadores porque ya prestó a la máxima cantidad posible (Wijnaldum a la Roma, Icardi al Galatasaray, Draxler al Benfica, Diallo al Leipzig, Kurzawa al Fulham, Ander Herrera al Athletic, Dagba al Estrasburgo y Paredes a la Juventus).
Por lo que le queda solo una opción: desprenderse de algún jugador de su plantel, como ya lo hicieron con Pablo Saravia y su venta al Wolverhampton. Una opción que se maneja en Francia es Keylor Navas, quién tiene un gran sueldo y solo jugó un partido en toda la temporada.