La eliminación de la Champions League fue un duro golpe para Chelsea. Por rédito deportivo, ya que era la única competencia a la que podía aspirar a ganar, y por el aspecto económico. Sobre todo, después de los históricos mercados de pases que realizó en la temporada desembolsando más de 600 millones de euros. Ahora bien, los futbolistas cuentan con una cláusula particular en sus contratos que podrían ayudar para cumplir con el fair play financiero.


Resulta que, con la llegada de Todd Boehly a la cúpula dirigencial, en cada fichaje o jugador que renovaba su vínculo, se incluía un objetivo que, en caso de no cumplirse, se reducía el salario del futbolista, según señaló The Telegraph. ¿De qué se trataba? De clasificar a la Champions League del próximo año.

Actualmente, Chelsea se encuentra en el puesto 11 con 39 puntos, a 17 unidades de las posiciones que clasifican al certamen europeo más importante con nueve partidos por disputarse. Incluso, está 11 de la Europa League y a 10 de la Conference League. Por lo tanto, solo un milagro podría evitar que se active.


Ahora bien, esta cláusula solamente está en los contratos de los recientes refuerzos y quienes renovaron. Lo que aún cuentan con el vínculo anterior a la llegada de Boehly, como Kepa Arrizabalaga, Kai Havertz, entre otros, no sufrirán ninguna rebaja de su salario.