El estadio del Manchester United de Inglaterra, el mítico Old Trafford, está en malas condiciones, los proyectos de renovación están detenidos y la prensa británica especuló incluso con la demolición del escenario.
En ese contexto, goteras, presencia de ratas y techos que se caen, un estadio derruido es la prioridad para Jim Ratcliffe, el multimillonario británico que adquirió el 25 por ciento del club y deberá añadir un capital cercano a los 380 millones de dólares sólo para la modernización del estadio, señaló The Telegraph. Desde el entorno del club ya comenzaron a moverse con ciertos estudios arquitectónicos, aunque en Inglaterra apuntan que el más interesado es el estudio Populous, los encargados del Tottenham Stadium, construido en 2019.
Chris Lee, director de esta constructora, confía que con la llegada de un nuevo dueño, el proyecto pueda ponerse en marcha cuánto antes. y propusieron dos tipos de reformas para afrontar la modernización del estadio y solucionar los problemas de seguridad que actualmente tiene.
Old Trafford parece haberse quedado anticuado con respecto al resto de estadios del mundo, conserva su mística de forma intacta pero debe renovarse o morir. Si se renueva se usarían los cimientos del viejo Old Trafford para mejorar algunas condiciones estructurales y reformar ciertas partes. Se menciona una ampliación de la tribuna sur utilizando la vía férrea que justo detrás del estadio y remodelar el resto para conseguir un aspecto mucho más vanguardista.
Sin embargo, la opción preferida por el estudio es derrumbar el estadio. En ese sentido, Lee afirmó que "la nueva construcción puede resultar ser la solución más rentable" y sostuvo que "el desembolso inicial es obviamente el más alto pero hay mucho terreno disponible para desarrollar allí, con un costo de 2.540 millones dólares".