La Roma aún está muy lejos de ser sostenible económicamente, pero da pasos encaminados a ello. El club de la Serie A, que venía de sufrir las pérdidas más elevadas de su historia en 2022-2023, registró unos números rojos de 102 millones de euros en 2023-2024, lo que supone una disminución del 54% interanual.

El fuerte ajuste de las pérdidas se debe a que los giallorosso incrementaron un 34% su facturación, hasta 227,1 millones de euros, aupado por las plusvalías por traspasos. De hecho, la Roma obtuvo 54 millones de euros por la venta de jugadores, sobre todo la de Nicoló Zaniolo al Galatasaray, según Calcio e Finanza. Además, se aumentaron en 23,7 millones de euros los ingresos del estadio y el negocio comercial también creció en 10 millones de euros.

En lo que respecta a los costes, estos se redujeron un 13% interanual hasta 349 millones de euros. Las amortizaciones de jugadores disminuyeron en 22 millones y los gastos de personal en otros 10 millones.

El accionista mayoritario, Dan Friedkin, aportó 232,5 millones de euros durante la temporada a los que sumó otros 206 millones durante el transcurso del ejercicio 2021-2022 para cubrir las pérdidas generadas por la Covid-19. La deuda financiera neta del club capitalino se disparó un 38%, pasando de 323 millones a 448 millones.