Restan solamente diez fechas para que LaLiga llegue a su final. En esos partidos, Betis tratará de sumar puntos para lograr un objetivo importante: volver a participar de la Champions League (su única vez fue en la temporada 2005-2006). Ahora bien, detrás de los resultados deportivos, hay un modelo detrás que le permite codearse con los principales equipos del certamen.


A diferencia de varios conjuntos de la actualidad (como Manchester City, Paris Saint-Germain, Newcastle, etc.), el Verdiblanco no es un club-estado, por lo que su economía es muy inferior con respecto a ellos y también a los principales elencos de España, como Barcelona, Real Madrid y hasta Sevilla, su clásico rival.

Sin embargo, sobresalen en otros puntos donde llaman la atención de los hinchas, como lo es la “lluvia de peluches” donde los fanáticos del estadio arrojan juguetes en Navidad para que sean donados o su color verde para causas medioambientales como sucedió ante el Athletic Club cuando utilizó una camiseta de poliéster reciclado.


Todas esas acciones generan un vínculo con la gente que copa el Benito Villamarín partido a partido. Justamente, se dio inicio a un proyecto para mejorar el estadio y superar los 60.000 espectadores. Si todo marcha con lo planeado, las obras comenzarán en junio.

El 55% de las acciones del Real Betis pertenecen a los hinchas, mientras que el resto está dividido en empresarios, etc. Una diferencia más con respecto a los clubes-estados. Así las cosas, Betis está llevando adelante un modelo “poco habitual” que le permite estar en los primeros planos de España.