La polémica apareció tras la salida de Polonia del Mundial en Qatar, luego de trascender que el plantel no recibirá un supuesto premio que el gobierno de su país prometió en la previa. Fue el Primer Ministro Mateusz Morawiecki quien expresó que por clasificar a octavos de final entregarían una suma importante para distribuir entre los 26 jugadores del plantel. Las críticas por el anuncio llegaron rápidamente por parte de la sociedad polaca, y Robert Lewandowski se encargó de bajar el tono al conflicto.


El monto alcanzaba los 6.700.000 dólares, y el país está pasando un momento económico complejo con una inflación inusual del 18% más otras situaciones que son consecuencia directa entre la guerra que aún mantienen Rusia y Ucrania. Por tal motivo, la oposición al partido de Morawiecki filtró a la prensa la promesa realizada y las críticas no tardaron en llegar. Entonces un comunicado oficial aclaró que "ningún dinero del gobierno se destinará a bonos para los jugadores de fútbol".


El delantero Robert Lewandowski habló en una entrevista y dijo: "fue una charla informal cuando salíamos del hotel hacia el aeropuerto, duró muy poquitos minutos y para ser honestos ninguno de los futbolistas lo tomamos muy en serio". Agregó además que el plantel jamás exigió ni esperaba dinero público, ya que sentían orgullo por pertenecer al seleccionado y representar al país. "Cumplimos nuestro objetivo al superar la fase de grupos y eso es lo importante", concluyó.