La reacción de los jugadores de la Selección de Uruguay al finalizar el partido ante Ghana por fase de grupos del Mundial, ante una terna arbitral que tomó decisiones con las que se mostraron en desacuerdo, tendrá consecuencias económicas importantes luego que la FIFA abriera expedientes que tienen a cuatro protagonistas principales: Fernando Muslera, Edinson Cavani, José María Giménez y Diego Godín.


La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) tiene 10 días corridos desde la realización del partido, que se cumplen el 12 de diciembre, para enviar los descargos correspondientes. Los cuatro jugadores en cuestión se exponen a una multa económica importante y también una sanción disciplinaria que podría no ser menor. El caso más complejo lo incluye al defensor de Atlético de Madrid, José María Giménez. En medio de las discusiones tras la finalización del partido agredió a uno de los asistentes, y por las imágenes con un codazo en el que aparentaba abrirse camino entre tanta gente. Dependiendo de la consideración del tribunal, podría recibir una sanción mínima de 15 partidos amistosos u oficiales con el seleccionado.


Por su parte tanto Muslera como Godín recibirían entre uno y tres encuentros de suspensión, sus reclamos desmedidos ante el juez alemán Daniel Siebert por presuntos penales sobre Darwin Núñez y Cavani tienen como figura reglamentaria el título de "desaprobación arbitral". Finalmente, para el mencionado Edinson Cavani la sanción sería similar, el experimentado delantero tiró al suelo el monitor del VAR mientras se retiraba hacia los vestuarios, situación que quedó registrada por las cámaras y fue informada por la terna a cargo de controlar el encuentro.

Por último, la AUF deberá responder también por cantos racistas de parte de su hinchada, multa que se puede aproximar a los 20 mil euros, más otros 5 mil por los cinco jugadores amonestados durante el mismo partido. El abogado argentino Ariel Reck fue contratado para intermediar ante la FIFA, el mismo que apeló un fallo en defensa de Lionel Messi cuando fue suspendido por insultar a un árbitro en un recordado encuentro entre Argentina y Chile, y por el cual el rosarino finalmente fue absuelto.