La Selección Argentina de fútbol se consagró en Qatar con un Lionel Messi que, a sus 35 años, jugó el mejor Mundial que podría haber jugado. Goles importantes, asistencias, protagonismo y liderazgo. A partir de él, el equipo de Lionel Scaloni encontró los caminos que lo llevaron a la gloria eterna. Con este título, Messi se convirtió en el segundo jugador más veterano campeón del mundo detrás de Miroslav Klose, que tenía 36 cuando festejó con Alemania en Brasil 2014.

Mucho se habló de que esta pudo haber sido la última participación de Lionel en la cita mundialista y si así lo fuera, vaya qué despedida. Más allá de obtener el tan ansiado título, que no es poca cosa, Leo es el único capitán de un equipo que en los mundiales convirtió 2 goles en la final. Además, con 13 tantos, superó a nada más y nada menos que a Pelé en la tabla histórica de goleadores y a Gabriel Batistuta como máximo artillero de la Selección Argentina en mundiales.

Será un Mundial inolvidable para Messi, que salvo en el partido ante Polonia, donde falló un penal, convirtió en todos los encuentros. Arabia Saudita, México, Australia en octavos final, Países Bajos en cuartos de final, Croacia en la semifinal y Francia en la gran final. Goles en los cuatro partidos de la fase eliminatoria.


Con el partido ante los franceses, superó a Lothar Matthaus y se convirtió en el jugador con más presencias en la historia del torneo con 26 participaciones. Como si fuera poco, en 24 de ellas fue titular y en 19 capitán. Además, pasó a ser el futbolista con más minutos jugados en los mundiales (2.314) dejando atrás al histórico defensor italiano Paolo Maldini que tiene 2.217. En Qatar, Lionel Andrés Messi cerró un círculo y terminó de marcar una época. Su época.