Alianza Lima atravesó meses de mucha incertidumbre desde el 28 de noviembre del 2020, luego de la derrota ante Sport Huancayo que lo mandó a la Segunda División por segunda vez en sus 119 años de historia. Ante esta situación y respaldándose en los malos manejos de las máximas autoridades, los directivos del club iniciaron una serie de reclamos para la quita de puntos a otros equipos que los ayudarían a mantener la categoría. Todos esos pedidos fueron desestimados por la Federación Peruana de Fútbol, por lo cual, el equipo de la ciudad de Lima decidió recurrir al TAS.
“El sufrimiento empezó con la derrota ante Sport Huancayo y el descenso de categoría. Pero fuera de lo deportivo, Alianza Lima ya había presentado unos reclamos respecto a errores en las normas del reglamento. Como Carlos Stein había incumplido sistemáticamente con los pagos a su personal, tuvimos que recurrir a la Federación. Al recibir su rechazo insistimos con el TAS porque nos sentíamos afectados. Teníamos la obligación moral de ir hasta el final para que las normas se cumplan. Mi planteo es que Alianza Lima no ganó en mesa, no sumó puntos. El que perdió en mesa es Carlos Stein porque no cumplió con las normas y el reglamento establecido”, remarcó César Torres, líder del Fondo Blanquiazul que estuvo a cargo de los pedidos al TAS.
Como toda negociación, llevó su tiempo, algo que no sobraba en esta situación. El campeonato de la Primera División de Perú daba comienzo y la resolución aún no se definía. De hecho, se llegaron a jugar fechas en las que Alianza Lima no participó y Carlos Stein sí. Ante este conflicto, Torres aclaró: “La Federación nos comunicó que Alianza Lima se mantiene en la Liga 1 y que Carlos Stein pasa a jugar la Liga 2. Nosotros vamos a ocupar el lugar que deja Stein”.
Como conclusión a todo esto, Torres sentenció: “Esto llama a la reflexión a que las autoridades cumplan las normas para que haya Fair Play de todo tipo, tanto deportivo y financiero. De esto depende mucho el futuro del fútbol sudamericano y que eleve su calidad administrativa y económicamente”.