Lunes 2 de Noviembre de 2020
En las últimas semanas comenzó a circular la noticia de que el estadio Centenario comenzaría a desarrollar un plan para su renovación y puesta a punto de cara a la posible candidatura de Uruguay para la Copa del Mundo de la FIFA 2030.
El objetivo de las autoridades que controlan el estadio era presentar un proyecto para remodelar el estadio y crear todas las condiciones necesarias para que el escenario cumpla con los estándares de los recintos deportivos actuales. Tras la presentación del proyecto se buscarían los inversores para llevar a cabo las obras.
Pero todo esto cambió en cuestión de días, ya que el Ministerio de Educación y Cultura declaró al estadio Centenario como “Monumento Histórico” y ahora las obras de modernización que planeaban ejecutarse no podrán ser llevadas a cabo.
CAFO y la Asociación Uruguaya de Fútbol solo podrán llevar a cabo alguna modificación dentro del recinto si consiguen una autorización de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación. Según las autoridades, esta acción hará que sea más complicado todavía conseguir inversores que quieran financiar la modernización del escenario, que pretende aprobar los requisitos de FIFA para ser sede de la Copa del Mundo en 2030, justamente en el aniversario 100 de Uruguay 1930.
"No se puede hacer nada. No se lo puede tocar. El problema es que nosotros estamos buscando inversores para tratar de lograr una transformación y modernización del estadio, cuyo costa ronda entre los 200 y 300 millones de dólares, y esto nos pega en el medio del barco. ¿De qué manera convenceremos a los inversores que se pueden ejecutar determinados proyectos?” comentó Ricardo Lombardo, presidente de la Comisión Administradora del Field Oficial a Ovación.
¿Por qué no se pueden hacer todas las obras que se tenían en mente? A partir de que un edificio es declarado como “Monumento Histórico”, queda sometido a una serie de restricciones. Se prohíbe la realización de cualquier modificación arquitectónica que altere las líneas, el carácter o la finalidad del edificio. Se prohíbe destinar el Monumento Histórico a usos incompatibles con la finalidad de la presente ley y se obliga a proveer a la conservación del inmueble y de efectuar las reparaciones necesarias para ese fin.
Todas las obras serán fiscalizadas por una comisión y esta podrá contribuir con hasta un 50% del valor de las mismas, cuando se las deba llevar a cabo. Por último, las inspecciones serán regulares y tendrán como fin comprobar el estado del recinto.
"Lo que queríamos es presentar las características básicas que queremos preservar del Estadio, lo que buscamos que se haga para darle funcionalidad FIFA, que las tribunas lleguen al nivel del campo de juego. Pero con esta determinación no podemos tocar ni las partes interiores y bajas de las tribunas Ámsterdam y Colombes, cuyo estado está muy lejos de ser el mejor", agregó Lombardo.
A futuro, y para que el estadio Centenario no se convierta en un “Elefante Blanco” será la comisión de Patrimonio Cultura de Uruguay la que deba llevar a cabo la preservación del recinto con un enfoque moderno.
Fuente: Ovación
El objetivo de las autoridades que controlan el estadio era presentar un proyecto para remodelar el estadio y crear todas las condiciones necesarias para que el escenario cumpla con los estándares de los recintos deportivos actuales. Tras la presentación del proyecto se buscarían los inversores para llevar a cabo las obras.
Pero todo esto cambió en cuestión de días, ya que el Ministerio de Educación y Cultura declaró al estadio Centenario como “Monumento Histórico” y ahora las obras de modernización que planeaban ejecutarse no podrán ser llevadas a cabo.
CAFO y la Asociación Uruguaya de Fútbol solo podrán llevar a cabo alguna modificación dentro del recinto si consiguen una autorización de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación. Según las autoridades, esta acción hará que sea más complicado todavía conseguir inversores que quieran financiar la modernización del escenario, que pretende aprobar los requisitos de FIFA para ser sede de la Copa del Mundo en 2030, justamente en el aniversario 100 de Uruguay 1930.
"No se puede hacer nada. No se lo puede tocar. El problema es que nosotros estamos buscando inversores para tratar de lograr una transformación y modernización del estadio, cuyo costa ronda entre los 200 y 300 millones de dólares, y esto nos pega en el medio del barco. ¿De qué manera convenceremos a los inversores que se pueden ejecutar determinados proyectos?” comentó Ricardo Lombardo, presidente de la Comisión Administradora del Field Oficial a Ovación.
¿Por qué no se pueden hacer todas las obras que se tenían en mente? A partir de que un edificio es declarado como “Monumento Histórico”, queda sometido a una serie de restricciones. Se prohíbe la realización de cualquier modificación arquitectónica que altere las líneas, el carácter o la finalidad del edificio. Se prohíbe destinar el Monumento Histórico a usos incompatibles con la finalidad de la presente ley y se obliga a proveer a la conservación del inmueble y de efectuar las reparaciones necesarias para ese fin.
Todas las obras serán fiscalizadas por una comisión y esta podrá contribuir con hasta un 50% del valor de las mismas, cuando se las deba llevar a cabo. Por último, las inspecciones serán regulares y tendrán como fin comprobar el estado del recinto.
"Lo que queríamos es presentar las características básicas que queremos preservar del Estadio, lo que buscamos que se haga para darle funcionalidad FIFA, que las tribunas lleguen al nivel del campo de juego. Pero con esta determinación no podemos tocar ni las partes interiores y bajas de las tribunas Ámsterdam y Colombes, cuyo estado está muy lejos de ser el mejor", agregó Lombardo.
A futuro, y para que el estadio Centenario no se convierta en un “Elefante Blanco” será la comisión de Patrimonio Cultura de Uruguay la que deba llevar a cabo la preservación del recinto con un enfoque moderno.
Fuente: Ovación
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