Esta semana, el primer día de UEFA Champions League dejó varias sorpresas, luego de que el Ajax de Ámsterdam se metiera en cuartos de final de la copa tras superar con autoridad por 4 a 1 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
Allí, un fútbol vertical y ordenado pudo más que los esporádicos intentos de generación de juego del Merengue, incapaz de encontrarle la vuelta al partido.
Lo cierto es que, mientras sus compañeros se veían superados en el campo de juego, Sergio Ramos fue divisado desde su palco personalizado, en el área VIP del Bernabéu, siendo captado por tres cámaras profesionales y un equipo de producción a cargo de llevar a cabo su documental de vida.
"El palco del Bernabéu, totalmente personalizado, con sus siglas y su dorsal (SR4)… ¡¡¡mientras unas cámaras le grababan para su documental!!!", retrató un diario español al respecto para cultivar el malestar generalizado entre los aficionados.
Y es que, más allá de que Ramos bajó al vestuario a apoyar a sus compañeros y alentó a los hinchas en la previa del encuentro, su amonestación premeditada en el partido de ida para “llegar limpio a los Cuartos” se tradujo en un defensa desordenada y desprolija que influyó en el resultado global del encuentro.