Protagonista de la final única de CONMEBOL Sudamericana, el arquero de Independiente del Valle, Jorge Pinos logró consumar uno de los mejores momentos de su carrera tanto personal como colectivamente.
Nacido 30 años atrás en la ciudad costeña de Quevedo, Pinos se inició deportivamente en Barcelona de Guayaquil en el 2009, sin mucho éxito, motivo por el cual fue cedido a varios clubes como: Deportivo Quevedo, Caribe Junior y Orense SC.
Más adelante, quedó con el pase en su poder y pasó por Delfín, Liga de Portoviejo, Galácticos FC, Santa Rita y Técnico Universitario previo a su fichaje con Independiente del Valle.
No obstante, lo cierto es que, en el 2016, un terremoto sacudió la región en Ecuador y Pinos debió ponerse a trabajar vendiendo mangos y animando en un circo junto a su mujer, al mismo tiempo en que hacía de chofer a periodistas de un diario de su provincia.
Curiosamente, en el mismo año el conjunto del Valle llegaba a la final de la Libertadores y hacía campaña para unir al país con banderas y acciones solidarias durante cada partido.
Cuando llegó al equipo de los Rayados Pinos sabía que por delante tenía a la joven promesa ex Selección y Deportivo Cuenca, Hamilton Piedra, reto que no solamente superó, sino que también lo hizo con creces al convertirse en uno de los mejores arqueros del país y del torneo, llegando a atajarle un penal a Luis Miguel “el Pulga” Rodríguez en la final del certamen.
En su palmarés únicamente contaba con el ascenso de Segunda Categoría a la Serie B con el Delfín de Manta (2013) y con el lamentable suceso de una estafa por parte de un ex “representante”, quien lo hizo viajar a Brasil para tramitar papeles de un supuesto pase a Hungría en el 2016, previo a trabajar en el circo.
Ahora es campeón de la Sudamericana y, de quedarse en el club, podrá atajar en un Mundial de Clubes.