Las semifinales de la CONMEBOL Sudamericana fueron en contra de la lógica histórica esta semana y ubicaron a Colón de Santa Fe e Independiente del Valle como los finalistas del certamen, a definir su condición este próximo 9 de noviembre en la Nueva Olla.
Dos equipos sin el mismo palmarés internacional que los nombres que venían repitiendo en el continente para estas instancias, pero que gracias a una idea de juego clara y a un proyecto sostenido en el tiempo lograron ver los primeros frutos de su trabajo.
En este contexto, Miguel Ramírez o Pablo Lavallén definirán al próximo entrenador campeón de la Sudamericana y se sumarán a la lista que ya la componen: Rubén Darío Insúa, Freddy Ternero, Jorge “Chino” Benítez, Alfio Basile, Enrique Meza, Gustavo Alfaro, Tite, Jorge Fossati, Antonio Mohamed, Jorge Sampaoli, Ney Franco, Guillermo Barros Schelotto, Marcelo Gallardo, Gerardo Pelusso, Caio Júnior, Ariel Holan y Tiago Nunes.
Recordando que de ganarla el español, será el segundo entrenador en la historia de la CONMEBOL Libertadores o Sudamericana en levantar una copa sin ser oriundo del continente, después del croata Mirko Jozić, quien llevó a Colo-Colo a conquistar su primera y única Libertadores en 1991.
Nacido en las Islas Canarias, Ramírez se inició en las categorías infantiles de la UD Las Palmas como ayudante para aprender, previo a viajar a Vitória, en donde consiguió su Doctorado en Ciencias de la Actividad Física, al tiempo que hacía de cadete en el Deportivo Alavés.
Tres meses después, emprendió vuelo a la Academia Aspire en Qatar, de la mano de Roberto Olabe, en donde trabajó por seis temporadas, destacándose sus pasos como entrenador del seleccionado nacional Sub 17 y asistente del combinado Sub 19.
De allí, es donde sale el llamado de parte de Independiente del Valle, recomendado por Olabe, quien al ser repatriado a la Real Sociedad recomendó a Ramírez para el cuadro ecuatoriano. Asumió por un año entero el manejo de las divisiones inferiores, pero tras la salida de los entrenadores Schurrer y Rescalvo asumió en Primera y desde entonces no salió más del puesto, tal y como explica el Diario MARCA.
Apenas llegado a Ecuador, le preguntaron por el fútbol local midiendo sus conocimientos y esto contestaba: "El jugador ecuatoriano es talentoso, con un perfil físico impresionante, pero hay más talento que hábito. Creo que hay que ordenarles, también sus vidas, para que puedan exponenciar todas las cualidades físicas y técnicas que poseen".
Lo cierto es que, Ramírez se logró afianzar a pulso de una metodología de trabajo envidiable para la región, consolidó un equipo de trabajo anclado en las inferiores del club y ahora afrontará el partido más importante de su carrera con un plantel compuesto en más de su 70% por futbolistas surgidos del semillero y menores de 21 años, plasmó el mismo modelo de juego de las divisiones formativas en el primer equipo y ya es hoy uno de los entrenadores más influyentes dentro del fútbol ecuatoriano.