La Premier League sigue en una gran crisis institucional ya que hace un año que no que tiene un CEO estable desde que su último jefe, Richard Scudamore, anunciase su retiro en noviembre de 2018.
El nuevo postulante al cargo era David Pemsel, cuyo contrato comenzaba en abril 2020, pero ante las acusaciones por abuso sexual a una menor, decidió renunciar antes de tiempo. Hasta el momento era el consejero delegado de Guardian Media Group (GMG), grupo de comunicación que tiene prestigiosas cabeceras como The Guardian o The Observer. Antes de él, Susanna Dinnage había hecho lo mismo y luego fue el turno de Tim Davie, quien directamente no aceptó la oferta. De esta manera, Richard Masters seguirá de interino mientras sigan en la búsqueda de un líder sólido.
Así, ya son más de un año que la Premier no cuenta con una cabeza estable. Fueron casi 20 años que estuvo al mando de Scudamore cuyo gran logro había sido revalorizar unos derechos audiovisuales que a comienzos de su mandato en 1999 costaban 761 millones de euros a más de 5.800 millones en la última comercialización.
En esta nueva búsqueda, los encargados tiene claro el perfil que quieren: una persona relativamente joven y con una dilatada trayectoria en el mundo audiovisual o digital, para ayudar a consolidar la comercialización de la Premier League en las nuevas plataformas over-the-top (OTT).
