Tal y como ya sucede en la Premier League inglesa, LaLiga española de fútbol ha tomado esta semana la denuncia presentada por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y ha implementado así un nuevo sistema de penalizaciones para cada uno de sus protagonistas.
Y es que, el último episodio ocurrido en el derby catalán en donde hubo agresiones gestuales y verbales de ambas partes entre Gerard Piqué y los aficionados del Espanyol decantó en las medidas cautelares que tomará la organización para evitar futuros problemas de esta índole.
Cabe recordar que el zaguero catalán festejó silenciando al público mientras hacía “cuernos” con sus dedos al tiempo que los aficionados locales entonaban cánticos ofensivos en contra suya y del FC Barcelona.
Por este motivo, el certamen tomará acción tal y como reflejó en su último comunicado: “simulaciones claras o celebraciones de goles ofensivas que han ocurrido otras veces, que no son reflejadas en el acta arbitral, y que pueden generar crispación o que son contrarias al buen orden deportivo, siempre han sido rechazadas por parte de esta Liga, que no dudará, a partir de ahora, en dar traslado de las mismas al Comité de Competición para que depure las responsabilidades oportunas, mediante la incoación - si considera que existen indicios mínimos razonables de la comisión de una infracción disciplinaria-, instrucción y resolución del correspondiente expediente sancionador”.